Remedios y terapias naturales para el Alzheimer

Aceite de coco, omega 3, Ginkgo biloba, Tai Chi, arterapia…

Terapias con mascota

Si bien el Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura, actualmente hay algunas hierbas medicinales, terapias y suplementos dietarios que actúan como potenciadores de la memoria, así como tratamientos para retrasar o prevenir dicha afección.

1 Aceite de coco

Según la Dra. Mary Newport, del Spring Hill Regional Hospital, el aceite de coco podría ayudar a mantener saludables las células cerebrales, deteniendo de esa forma el avance de la enfermedad e incluso puede revertir algunos de los síntomas.

Al respecto la profesional explicó:

Parece que todo el problema comienza con algo como una diabetes en el cerebro: las neuronas se vuelven resistentes a la insulina, por lo que no pueden aprovechar la glucosa, y eventualmente se quedan sin energía y mueren

Una fuente de energía que no demande de insulina podrían ser las cetonas, un tipo de grasa que es común en el aceite de coco.

2 Coenzima Q10

Según con la Asociación de Alzheimer, se tarta de un antioxidante producido naturalmente en el cuerpo y es fundamental para las reacciones celulares normales. Si bien aún no ha sido estudiado en el tratamiento del Alzheimer se estima que podría servir para controlar la enfermedad. Según evidencias preliminares la Coenzima Q10 podría reducir, aunque no curar, la demencia en enfermos de Alzheimer.

3 Ginkgo biloba

Se trata de un extracto vegetal que posee varios compuestos cuyos efectos podrían ser positivos sobre las células del cerebro. Entre las propiedades que se le atribuyen, están las antiinflamatorias y antioxidantes. La literatura científica sugiere que el ginkgo bilboa es beneficioso para los enfermos de Alzheimer en el estado inicial y que podría llegar incluso a ser tan útil como las drogas inhibidoras de la acetilcolinesterasa. Pero todavía es necesaria mayor investigación para que pueda igualarse esta hierba con los tratamientos en base a drogas que se venden bajo prescripción médica.

4 Huperzina A

Se trata, según la Biblioteca Nacional de Medicina, de un extracto de musgo que ha sido usado en la medicina tradicional china desde tiempos inmemoriales y cuyas propiedades son similares a las de los inhibidores de la colinesterasa (medicación aprobada por la Food and Drug Administration de Alzheimer).

5 Anhidro de betaína

Los suplementos en base a anhidro de betaína, pueden disminuir los niveles circulantes de homocisteína, un potencial factor de riesgo para el Alzheimer, las enfermedades cardíacas, el cáncer y las apoplejías.

6 Omega 3

Existen estudios que asocian el consumo frecuente de ácidos grasos omega 3 con una disminución en el riesgo de deterioro cognitivo o demencia, pero aún la evidencia es poca. Según la Dra. Moghaddam, de la Universidad de Pittsbutgh, el beneficio del consumo de Omega 3 radicaría en la elevación de los niveles de dopamina en el cerebro un neurotransmisor asociado a la memoria. Además de que aumentaría la producción de una proteína (VMAT2,) encargada de estimular las capacidades cognitivas.

7 Fosfatidilserina

Es un tipo de grasa que compone en gran medida las membranas que envuelven las células nerviosas. Un tratamiento con fosfatidilserina, podría apuntalar la membrana celular y probablemente preservar las células de la degeneración.

8 Artes

Este tipo de terapia ha sido utilizada en el tratamiento de afecciones de salud mental como depresión, ansiedad, así como para otros problemas emocionales. Además ha sido usada en el tratamiento de Alzheimer con resultados positivos: Mejoría de las emociones negativas y comportamientos problemáticos.

9 Tai Chi

Dr. James Mortimer de Universidad del Sur de Florida explicó acerca de una investigación realizada sobre el Tai Chi y el Alzheimer:

Observamos que quienes habían tomado clases de Tai Chi tenían un cerebro un poco más grande luego de 40 semanas, y tenían también una mayor habilidad cognitiva y una mejor memoria

10 Terapia con animales

La terapia con animales también sería beneficiosa en pacientes con Alzheimer, ya que la compañía de una mascota estimula comportamientos positivos como el contacto físico, la sonrisa, la verbalización de adjetivos cariñosos, etc.