Por qué no comer comida rápida
No es nutritiva, favorece el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasuclares, la diabetes tipo 2…
No es nutritiva, favorece el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasuclares, la diabetes tipo 2…
Con la vorágine de la vida moderna las personas ya no tienen tiempo como para sentarse a disfrutar de un buen almuerzo y mucho menos para prepararlo. Es por ello que han proliferado los restaurantes de comida rápida y con ellos el gusto de las personas por comer este tipo de comida con periodicidad. El problema, es que este tipo de alimentos consumidos con cierta frecuencia y por períodos prolongados de tiempo, pueden causar algunos daños a la salud.
No es comida nutritiva
Este tipo de comida no es nutritiva como la comida casera y además está compuesta por una gran cantidad de aditivos, químicos, conservantes, etc. El organismo ha sido diseñado para poder procesar nutrientes naturales, pero no desechar químicos sintéticos. Según especialistas, el organismo demora hasta 51 días en diferir comida rápida, en tanto las grasas y químicos contenidos en estos productos se acumulan en el cuerpo favoreciendo, entre otras cosas, la obesidad.
Sobrepeso
Como consecuencia de la gran cantidad de calorías contenidas en la comida rápida, cuando ésta es consumida entre 2 y 3 veces a la semana, puede aumentarse de peso entre un 10 y un 15%, ósea entre 5 y 6 kilos en 4 semanas. El importante aporte calórico es a causa de los hidratos de carbono, azúcar, grasa y aderezos con que son preparados estos alimentos.
Diabetes tipo 2
Asociada al sobrepeso y a la mala alimentación puede desarrollarse diabetes tipo 2. la causa es un mal funcionamiento del páncreas, que hace que no sea producida suficiente insulina, por lo cual los azúcares ingeridos se quedan sin ser procesados en la sangre y no son transformados en energía.
Enfermedades cardíacas
La comida rápida contiene importantes cantidades de grasa saturada, la cual aumenta los niveles de colesterol malo (LDL), que favorece la acumulación de placa en las arterias, dificultando la circulación de la sangre. A su vez reduce el colesterol bueno (HDL), que es el que impide la acumulación de grasa en la sangre. Esto es causa de aterosclerosis, una enfermedad cardiovascular que en casos severos puede llevar al ataque al corazón.
Apnea del sueño y problemas respiratorios
Son dos problemas asociados al sobrepeso. En el caso de la apnea del sueño, la persona tiene dificultades para respirar mientras duerme, lo que lleva a una oxigenación incorrecta y a un mal descanso. Además el sobrepeso hace que los pulmones trabajen más de la cuenta para lograr oxígeno.
Accidente cerebrovascular
Como consecuencia del incremento del colesterol malo a consecuencia de la ingesta excesiva de grasas, pueden presentarse accidentes cerebrovasculares por la obstrucción de las arterias que trasportan la sangre al cerebro. Al no llegar oxígeno al cerebro, se produce la muerte de las células y un daño permanente.
Aceleración del envejecimiento
La comida rápida contiene radicales libres que causan un desgaste de las células del cuerpo, Lo cual favorece el proceso de envejecimiento, especialmente cuando el radical libre toma el electrón faltante del colágeno contenido en la piel, la que pierde elasticidad.
Daños al cerebro
Hay una relación muy estrecha entre la nutrición y el desarrollo cerebral. Las grasas trans, se asocian con una reducción del volumen del cerebro y de las capacidades cognitivas. Por ello, es tan importante evitar el consumo de este tipo de alimentos en niños.
Adicción
Según estudios de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, los azúcares de la comida rápida producen adicción. Fueron realizados estudios en animales y en humanos y se encontró que al consumir azúcar el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor del placer. Se halló que las personas obesas, tienen una deficiencia de este neurotransmisor, igual a al de los adictos a la cocaína.