Migraña ocular

Síntomas visuales como destellos de luz, patrones zigzagueantes, que pueden ocurrir antes de una migraña.

Joven refregándose los ojos

La migraña ocular puede generar confusión, porque se utiliza para hacer referencia a dos afecciones oculares que llevan el término migraña en su nombre pero son diferentes: La migraña con aura visual y la migraña retiniana.

Migraña con aura visual

La migraña con aura o migraña clásica, es un tipo de afección que tiene manifestaciones visuales y ocurre antes de que se produzca una migraña (aunque puede ocurrir sin que exista dolor de cabeza). Es bastante frecuente y afecta ambos ojos.

Si bien no existen factores de riesgo específicos, se sabe que es más común en personas que tienen antecedentes de migraña y es más habitual en mujeres.

Síntomas

Los síntomas visuales son temporales, pueden extenderse por poco tiempo. Afectan, en general, a los dos ojos y pueden interferir con ciertas actividades que requieran uso exhaustivo de la vista como conducir o leer. Los síntomas pueden incluir:

  • Destellos de luz en el medio del campo visual.
  • Puntos brillantes.
  • Puntos ciegos.
  • Patrones ondulantes que se desplazan de un lado a otro y van en aumento.
  • Entumecimiento.

Migraña Retiniana

Es un tipo de migraña poco frecuente, cuyos síntomas son similares a los de migraña con aura visual. La diferencia es que en la migraña retiniana afectan a un solo ojo, mientras que en la otra a los dos. Las alteraciones visuales suelen ocurrir una hora antes de que se produzca una migraña.

Síntomas

  • Destellos de luz zigzagueantes en el campo visual.
  • Ceguera.
  • Campo visual poco nítido.
  • Intenso dolor de cabeza.
  • Síntomas característicos de las migrañas como ser: Malestares estomacales, náuseas, vómitos, mareos, sensibilidad a la luz, trastornos de visión, etc.

Tratamiento

El tratamiento de ambos tipos de migrañas es similar. No se tratan los síntomas visuales, sino que se espera a que pasen. Lo que sí se trata con analgésicos es el dolor de cabeza. Y se recurre a medidas preventivas para evitar la ocurrencia de futuros ataques de migraña. Por ejemplo, evitar los alimentos que producen migrañas. Así como también recurrir a un tratamiento farmacológico preventivo, que se iniciará en casos de migraña crónica, cuando se produzcan, al menos, 3 crisis mensuales.