La dieta mediterránea ayuda a combatir la depresión

Somos lo que comemos y ello incluye la salud mental.

La dieta mediterránea ayuda a combatir la depresión

Cada vez más se sabe que somos lo que comemos y la importancia que tiene en la salud el llevar una alimentación equilibrada. También se conoce el flagelo que significa la depresión, una enfermedad que afecta, aproximadamente, a 300 millones de personas en el mundo y en muchos casos conduce al suicidio (se estima que al año unas 800 000 personas se auto eliminan). Pero lo novedoso, es que según una reciente investigación, existiría una relación directa entre la dieta y la depresión y el seguir la dieta mediterránea, disminuiría el riesgo de padecer dicha enfermedad.

La dieta mediterránea reduce el riesgo de depresión

La investigación de la University College de Londres, fue publicada en septiembre de 2018 y se basó en la revisión de cinco estudios sobre los hábitos dietarios de 32.908 adultos de Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Australia. Según ella, la dieta mediterránea ayudaría en la prevención y tratamiento de la depresión.

Sus hallazgos arrojaron que las personas que siguieron una dieta de este tipo en los estudios analizados, presentaron un riesgo 33% inferior de desarrollar depresión, que aquellas cuya alimentación se basó en productos procesados.

Según los investigadores:

Existe una asociación sólida entre una mayor adherencia a una dieta mediterránea y una menor adherencia a una dieta proinflamatoria y un menor riesgo de depresión.

Al respecto Camille Lassale, investigadora asociada del departamento de epidemiología y salud pública del University College de Londres, dijo:

Hay evidencias convincentes que muestran que hay una relación entre la calidad de tu dieta y tu salud mental.

Esta relación va más allá del efecto de la dieta en la talla de tu cuerpo o de otros aspectos de salud que puedan afectar tu estado de ánimo.

Los alimentos procesados, de alto contenido graso o azúcar, producen una inflamación en el organismo, inflamación sistémica, que afecta también la salud mental.

Lassale, señaló sobre ello:

Hemos agregado los resultados de una gran cantidad de estudios y hay un patrón claro de que seguir una dieta antiinflamatoria saludable y rica en plantas puede ayudar a prevenir la depresión.

También agregó:

Una dieta proinflamatoria puede inducir inflamación sistémica, y esto puede aumentar directamente el riesgo de depresión.

Un estudio anterior en la misma línea

Un trabajo en conjunto entre la “International Society for Nutritional Psychiatry Research” y la Facultad de Medicina y odontología de la Universidad de Valencia en España, publicado en la revista “The Lancet Psychiatry” hace algunos años, ya tocaba este tema. Según él, la dieta y las carencias de la misma, son determinantes tanto para la salud física como para la mental.
El profesor de Psiquiatría Vicent Balanzá, coautor del estudio, señalaba al respecto:

El cerebro necesita una adecuada ingesta de nutrientes claves, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega-3, aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B (fólicos y B12), vitamina D y minerales como el zinc, el magnesio y el hierro. Una dieta equilibrada y de alta calidad, como es la mediterránea, los aporta…

A nivel poblacional, teníamos pruebas científicas de que la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y deterioro cognitivo. Ahora, también sabemos que reduce el riesgo de depresión. Son argumentos contundentes para conservar un tesoro cultural -y salutífero- que se ha transmitido a lo largo del tiempo.

Adoptar la dieta mediterránea parece ser la mejor decisión

No es extraño que si existe una relación entre el consumo de alimentos poco saludables y la depresión, el incremento de casos de dicha enfermedad en los últimos tiempos tenga una correlación directa con la adopción de malos hábitos alimenticios, también más frecuente en estas últimas décadas.

Al tratarse la depresión de una enfermedad que afecta a tanta cantidad de personas, que constituye una importante causa de pérdidas económicas por ausentismo laboral y descenso de la productividad, además de sufrimiento y muerte y la dieta mediterránea una posible solución, la adopción de la misma es sin duda la mejor decisión. Más aún si se suman otros beneficios ya comprobados como disminución del deterioro intelectual, prevención de problemas cardíacos, enfermedades cardiovasculares y demencia, entre muchos otros.