La dieta mediterránea podría disminuir el deterioro intelectual

Seguir la dieta mediterránea disminuye en dos años el envejecimiento cognitivo.

Beneficios de la dieta mediterránea
Pirámide nutricional de la dieta mediterránea

Según un estudio de la Rush University Medical Center de Chicago, presentado recientemente en el foro internacional de Biología Experimental 2010, llevar a cabo la dieta mediterránea (así se denomina a los patrones alimenticios de algunos países mediterráneos como Grecia, el sur de Francia, Italia, España y Malta), compuesta básicamente de vegetales (frutas, verduras, legumbres, hortalizas), pescado (especialmente el pescado azul rico en Omega 3), aceite de oliva (reduce los niveles de colesterol en la sangre), cereales integrales y algo de vino, podría contribuir a disminuir el deterioro intelectual que se produce con el envejecimiento.

De acuerdo con declaraciones de Christy Tangney, investigadora de la Rush University Medical Center, las personas que realizaron la dieta mediterránea durante su investigación, tuvieron un desempeño mental correspondiente al de una persona dos años más joven. Si bien ya se conocían los efectos positivos de este tipo de alimentación para el corazón, se desconocían sus beneficios para la mente y las habilidades intelectuales. Los que se explicarían porque los fotoquímicos contenidos en las frutas y verduras ayudan a preservar de la pérdida neuronal.

Estudio de la Rush University Medical Center de Chicago

Los investigadores de la Rush University Medical Center de Chicago estudiaron por más de 7 años a 3790 personas (hombres y mujeres) pertenecientes al curso Salud y Envejecimiento de Chicago, cuya edad promediaba los 75 años.

Fueron realizaron diversos cuestionarios acerca de los hábitos alimenticios de estas personas y como ninguno seguía la dieta mediterránea estrictamente, clasificaron el apego a la misma en tres niveles: Bajo, medio y alto.

Posteriormente se realizaron unas cuantas pruebas para evaluar el funcionamiento mental, como ser, la memoria a corto y largo plazo. Los resultados arrojaron los siguientes datos:

  • Aquellos que adherían a la dieta mediterránea en un nivel alto obtuvieron resultados correspondientes a los de una persona dos años menor, por ejemplo, una persona de 72 años obtuvo el puntaje de una de 70

En el grupo perteneciente al nivel medio de apego a la dieta, se observaron algunos modestos efectos y ninguno en los que adherían en un nivel bajo.

Conclusión

Según Christy Tangney lo más destacable de este estudio, es que no es preciso seguir al pie de la letra la dieta mediterránea para lograr efectos intelectuales protectores. Ya que de acuerdo con los resultados arrojados por la investigación, el sólo hecho de llevar una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, hortalizas, cereales integrales (panes, galletas, harinas, etc.) y consumir vino con moderación (una copa diaria), es suficiente para advertir efectos benéficos en contra del envejecimiento cognitivo.

Si bien en la investigación no se tuvieron en cuenta los hábitos de actividad física de las personas estudiadas, la investigadora señala que llevar una vida activa, realizar deporte, sería un complemento ideal para este tipo de dieta; teniendo en cuenta además, que la dieta mediterránea propiamente dicha, le otorga una importancia grande a la realización del ejercicio físico.