Ser chismoso es bueno para la salud

Come saludable, haz ejercicio y, sobre todo, practica el chisme.

Ser chismoso es saludable

Según un estudio publicado por el periódico estadounidense Social Psychological and Personality, ser chismoso beneficia la salud. Los resultados publicados fueron recogidos de cinco procesos diferentes y considerando la información de cientos de personas que aceptaron que sus conversaciones cotidianas fueran analizadas durante dos años.

Los chismes existen entre las familias, en la universidad, en el trabajo y hasta en los programas de TV, por eso es posible afirmar que las personas están bastante familiarizadas con el tema. Sin embargo, no es bien visto por la mayoría, llegando a convertirse en un problema para muchos.

Pero si nos referimos a los efectos que produce en el organismo, la realidad es muy diferente, pues los datos suministrados por el medio Social Psychological and Personality, con sede en California, afirman que cuando se lleva a cabo esta práctica los niveles de cortisol (hormona del estrés) disminuyen y los de oxitocina (hormona que genera calma y placidez) aumentan.

Esta situación trae como consecuencia un estado de relación con las personas que acompañan a charlar sobre los chismes. Según esta investigación, hablar de las cosas malas de otras personas hace sentir mejor y tener más confianza.

El arte del chisme

Ser chismoso libera endorfinas (sustancia que alivia el dolor), lo que causa una sensación positiva al momento de hablar de otras personas, pues el desahogo es una herramienta bastante eficaz para sentirse mejor con respecto al ámbito emocional. Y contar un chisme que hace sentir enojo, indignación o frustración permite sentirse mejor consigo mismo, evitando guardar esos sentimientos negativos.

Por otro lado, es importante comprender lo que significa el chisme para la sociedad y es que, psicológicamente, es considerado como algo bueno, sobre todo si se toma en cuenta la necesidad de cada ser humano de adaptarse a diferentes entornos. Sentir que no se pertenece a ninguno es terrible para la salud emocional, ocasionando estrés y hasta afectaciones estomacales.

Los chismes también abren paso a la creación de debates sobre temas reales, lo que genera un intercambio de opiniones saludable y, en gran medida, logra tener una influencia positiva en la toma de decisiones de los sujetos que intervienen en la discusión.

Además, los datos publicados por el periódico se refieren al componente psicológico como el más relevante dentro de este tema, pues el desarrollo del chisme generalmente interfiere de manera positiva en la información que un grupo de individuos pueden compartir sobre otra persona. Provocando así, que se entienda cómo interactuar con ella si está pasando por un mal momento o si tiene algún problema.

Previsiones

Además, escuchar un chisme de algún hecho malo, permite que se tomen precauciones con respecto al ámbito a tratar; lo que quiere decir que se evita actuar como las personas que sufrieron algún altercado o incidente.

La práctica de hablar de otras personas también tiene algunas características que pueden sobrepasar la línea del irrespeto, por ello es recomendable utilizar el chisme como una herramienta positiva sin generar mayores problemas a los demás individuos.

Siendo así, y visto desde diferentes puntos de vista, si se practica de manera respetuosa, ser chismoso beneficia la salud y le da un toque interesante a la cotidianidad.