10 Hábitos y pensamientos contraproducentes para la dieta

Comer mientras se conduce, se lee o se ve TV; comer los restos de los paltos de los niños; comer mientras se cocina; saltearse las comidas; comer según las emociones; etc., son algunos de los hábitos y pensamientos contraproducentes a la hora de hacer dieta para adelgazar.

Habitos y pensamientos contraproducentes para la dieta
Picotear entre comidas atenta contra toda dieta para perder peso.

Hay muchos hábitos y pensamientos que el ser humano tiene muy incorporados que atentan contra cualquier intento de dieta para bajar de peso. Por ello, al proponerse empezar con un régimen alimenticio para adelgazar, es preciso que varias cosas confluyan positivamente para lograr ese objetivo, crear un ambiente propicio y esto incluye conocer cuales son esos hábitos y pensamientos que boicotean la dieta para evitarlos y tener éxito en el propósito.

1

Comer conduciendo

Esta práctica además de asociarse con un alto porcentaje de accidentes de tránsito por manejar desatentos, sin prestar el 100 % de la atención, va en contra de cualquier dieta, ya que de acuerdo con la National Highway Traffic Safety Administration, las opciones de comida en estos casos siempre son de alto contenido calórico (comida chatarra, panes, dulces, gaseosas, etc.) a lo que se suma el estrés de la situación que impide que la digestión se realice tranquilamente.

2

Comer mientras se lee

Comer realizando cualquier otra actividad, seguramente hará que se coma más cantidad de comida y mal. Comer mientras se lee, si bien no es tan frecuente como comer mirando la televisión, es igualmente perjudicial, puesto que la persona distraída, entretenida en otra cosa, come mucho más y por un periodo de tiempo más largo.

3

Pensar en el hambre

Pensar todo el tiempo que se tiene hambre y que si no se come nada se va a tener más hambre aún, es un pensamiento que atenta contra toda dieta y como consecuencia del cual la persona seguramente termine por comer algo fuera de su régimen, para saciar esa hambre voraz.

4

Comer los restos de los hijos

Es muy común entre las mamás comer los restos que dejan en el plato sus hijos y esto puede boicotear cualquier intento de dieta. Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, realizado por la Universidad de Minnesota, en el que se estudiaron los hábitos alimenticios de 1500 mujeres, se halló que las que eran madres ingerían, alrededor, de 400 calorías más diariamente, por comerse los restos.

5

Comer mientras se cocina

Comer mientras se está cocinando es uno de los hábitos que tienen muchísimas personas y que agrega calorías innecesarias a su dieta, ya que si bien se llenan con el picoteo, luego se sientan a la mesa e igual comen lo que anteriormente prepararon.

6

Hacerse trampas a uno mismo

Ante cualquier exceso o alimento fuera de la dieta un pensamiento muy recurrente suele ser ya está todo perdido por hoy así que sigo faltando a la dieta y arranco de 0 mañana. Esto es erróneo porque por más que se cometa una falta al plan de dieta, no es lo mismo que abandonarla completamente, aunque sea por un día.

7

No hacer todas las comidas

Muchas personas en su ambición de adelgazar, creen que saltearse alguna de las comidas es beneficioso. Sin embargo, es todo lo contrario los nutricionistas y especialistas en dietas y alimentación recomiendan a las personas que desean perder peso no pasar más de 4 horas sin comer, así mantienen al metabolismo trabajando permanentemente. Y según un estudio del American Journal of Epidemiology, las personas que se saltean tienen mayor riesgo de obesidad, un 4.5.

8

Expectativas irreales

Pensar que hacer dieta tiene que ser fácil y los resultados rápidos. Esperar encontrar una dieta milagrosa con la que se pueda perder peso de inmediato y luego seguir comiendo como antes. Esto es absolutamente equivocado, lo primero es que realizar una dieta para perder peso, sobre todo cuando se trata de muchos quilos de más, debe ser incorporado como una modificación de los hábitos alimenticios. Se trata de aprender a comer más sano y mejor y hacerlo de por vida; porque sino la consecuencia es el famoso efecto rebote, con el que al dejar la dieta se gana mucho más peso que el que se perdió.

9

No aceptarse

Esto es contraproducente para todos los órdenes de la vida, ya que si una persona está desconforme con cómo es difícilmente logre estabilidad en algún aspecto. Pero en particular para la dieta es perjudicial, ya que es muy frecuente que las personas piensen que injusticia que otros coman y no engorden y ellos sí. Cada cuerpo, cada metabolismo y cada persona es distinto y lo que funciona para unos no funciona para otros. Además tal vez sólo se vea del otro lo que a uno le conviene y no todo, tal vez esa persona coma de todo y no engorde porque hace ejercicio físico regularmente y no comete excesos.

10

Comer según las emociones

Utilizar la comida para regular las emociones no es una buena estrategia si se desea perder peso. Comer algo dulce para aliviar la amargura, la tristeza o calmar la ansiedad solamente dará más tristeza, amargura y ansiedad luego al ver la balanza.