Atrofia multisistémica

Es una enfermedad neurodegenerativa similar al Parkinson con un daño más generalizado al sistema nervioso.

Atrofia multisistémica

Se trata de una afección rara que produce síntomas similares a los del mal de Parkinson, pero con una daño más generalizado en la parte del sistema nervioso encargada de controlar funciones como la cardíaca, la sudoración y la presión arterial.
La causa de esta enfermedad se desconoce y en general se desarrolla de manera gradual y suele presentarse en hombres de más de 60 años.

Síntomas

Produce daño en el sistema nervioso y los síntomas pueden abarcar:

  • Cambios faciales:
    • Incapacidad para cerrar la boca
    • Mirada fija
    • Cara que parece como una máscara
    • Disminución de la habilidad para las expresiones faciales
    • Mirada fija
  • Pérdida de la motricidad fina:
    • Dificultad para realizar cualquier actividad que incluya movimientos pequeños
    • Dificultad para comer
    • Escritura pequeña e ilegible
  • Dificultad de movimiento:
    • Arrastre de los pies
    • Pérdida del equilibrio
    • Cambios en el patrón de la marcha
  • Rigidez muscular:
    • Rigidez
    • Dificultad para doblar los brazos y las piernas
  • Movimientos lentos:
    • Dificultad para comenzar a caminar o realizar cualquier movimiento voluntario
    • Pasos pequeños seguidos de la necesidad de correr para poder mantener el equilibrio
    • Congelación del movimiento cuando se detiene e incapacidad para reanudarlo
  • Cambios en la voz y el habla:
    • Voz monótona
    • Hablar con lentitud
    • Dificultad para hablar
    • Bajo volumen de voz
  • Temblores:
    • Pueden ser peores cuando se está cansado, estresado o excitado
    • Pueden presentarse con cualquier actividad simple como sostener un vaso
    • Pueden volverse graves hasta interferir en las actividades cotidianas
    • Pueden presentarse en reposo o en cualquier momento
    • Frotamiento entre los dedos y el pulgar
  • Dificultades para masticar o deglutir
  • Vértigo o desmayo al levantarse o después de estar inmóvil de pie
  • Impotencia
  • Interrupción en los patrones de sueño (sobre todo el sueño MOR (con movimientos oculares rápidos)
  • Frecuentes caídas
  • Leve disminución de la función intelectual
  • Pérdida de sudoración en cualquier parte del cuerpo
  • Dolores y molestias musculares
  • Dificultades en la postura que pueden incluir inestabilidad, inclinación hacia delante o encorvada
  • Náuseas y problemas con la digestión
  • Cambios en la visión, disminución o visión borrosa
  • Demencia
  • Dificultad para respirar asociada con el sueño, sobre todo apnea del sueño y obstrucción de las vías respiratorias
  • Depresión
  • Confusión

Tratamiento

Como no hay cura para la enfermedad, el tratamiento tiene como objetivo principar mantener los síntomas controlados.

Pueden utilizarse medicamentos como los anticolinérgicos para reducir los temblores o levodopa para mejorar los movimientos y el equilibrio.

Para el tratamiento de la baja presión pueden utilizarse los siguientes fármacos:

  • Betabloqueadores
  • IMAO
  • Vasopresina
  • Fludrocortisona
  • Vasoconstrictores

En algunas personas se puede recurrir a la colocación de un marcapasos programado para estimular al corazón a latir más rápido y así incrementar la presión arterial.

Pronóstico

El pronóstico no es muy alentador. La pérdida de las funciones físicas y mentales empeora de manera gradual y es posible una muerte prematura. En general, los pacientes suelen vivir entre 7 y 9 años luego del diagnóstico.

Complicaciones

  • Dificultades para realizar las actividades diarias
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Pérdida progresiva de la habilidad para caminar o cuidar de uno mismo
  • Lesiones por los desmayos o las caídas