Dieta yóguica

“El yogui ha de comer moderadamente; si no, aunque adquiera claridad, no podrá alcanzar el éxito.” Siva Samhita (texto sánscrito de yoga, de autor desconocido)

recipiente con yogurt y fruta

Practicar yoga se ha convertido en una práctica muy extendida debido a los grandes beneficios que reporta esta disciplina. No sólo para la mente sino también para el cuerpo. Pero no se limita únicamente a los ejercicios, es una filosofía, un estilo de vida que incluye la alimentación.

La nutricionista española Montse Folch, dice al respecto de esto:

…lo que mucha gente no sabe es que también tienen en cuenta su alimentación, pues los alimentos influyen tanto sobre el funcionamiento de la mente como sobre el cuerpo.

En qué consiste la dieta yóguica

La dieta yóguica es esencialmente lactovegetariana, los únicos alimentos de origen animal que se consumen son los lácteos descremados, y fundamentalmente sátvica.

La filosofía hindú, en la que se sustenta la dieta yóguica, se basa en el principio de que todos los alimentos tienen, en esencia, las siguientes tres cualidades o gunas (lo que ata):

  • Alimentos sátvicos (amor, equilibrio y pureza): son alimentos que nutren la mente, aportan serenidad, equilibrio anímico y mejoran la capacidad de concentración. Los alimentos incluidos en esta categoría son los lácteos, frutas y verduras, cereales, legumbres, frutos secos, semillas, miel, aceite de oliva, raíces y agua mineral. En lo posible los prefieren frescos, naturales, crudos o levemente cocidos y de origen orgánico. Se recomienda que se consuman no muy calientes, sin apuros y en combinaciones simples.
  • La nutricionista española Érika Jiménez Vilar, especialista en el centro de deportes Arsenal Femenino, en Madrid, señala, sobre estos alimentos:

    Se relacionan con la salud mental, el buen funcionamiento del cerebro, la memoria y la concentración e incrementan la vitalidad.

  • Alimentos rajásicos (pasión, actividad): si bien estimulan la fuerza de voluntad y la energía física, también producen excitación en el sistema nervioso lo que favorece la depresión. Entre los alimentos correspondientes a esta categoría están: los picantes como el ajo, rábanos, cebolla, especias, los hidratos de carbono como los panes y bollería, los salados, calientes como el café o el té, y las bebidas alcohólicas.
  • Jiménez Vilar, agrega:

    Estos alimentos, según la alimentación sátvica, proporcionan energía, pero también excitan el sistema nervioso y favorecen la dispersión, además de alimentar la pasión.

  • Alimentos tamásicos (apatía e inercia): este tipo de alimentos son evitados en una dieta yóguica. Son los que han sido manipulados, recalentados. Entre ellos están: fritos, carnes de animales muertos durante mucho tiempo, fruta verde o muy madura, conservas, vinagre, setas, quesos curados, pasta.
  • Jiménez Vilar, dice sobre los alimentos tamásicos:

    En general alimentos muy manipulados o recalentados de los que la alimentación sátvica asegura favorecer la pereza, la depresión, la irritación y adormecer los sentidos.