Tumores de tiroides

Son más frecuentes en la mujer. Entre las formas benignas destaca el adenoma folicular, y entre las malignas, el carcinoma papilar, folicular, medular, y anaplásico, entre otras variedades.

Tumores de tiroides

Entre los factores implicados en la aparición de las neoplasias tiroideas, la exposición a radiaciones es la única causa verificada. Estas radiaciones pueden provenir de tratamientos médicos, pruebas diagnósticas o exposición ambiental.

Otros factores que se barajan son: dieta (déficit de sodio, ingesta de sustancias favorecedoras del bocio), mutaciones genéticas y factores hormonales (más frecuentes en sexo femenino).

Clasificación

Estos tumores se clasifican en benignos y malignos. De los benignos, el más frecuente es el Adenoma folicular, que predomina en mujeres, y consiste en una lesión de crecimiento lento, solitaria, homogénea y encapsulada. El tratamiento es quirúrgico.

Los tumores malignos constituyen un 1% de todos los cánceres, siendo la lesión maligna endocrina más frecuente. Entre ellos, el cáncer papilar ha incrementado su frecuencia, mientras el tipo folicular y el anaplásico han disminuido.

Son más frecuentes en mujeres, en las edades extremas de la vida (niñas y ancianas). Las zonas donde aparecen más son aquellas con dieta pobre en yodo. Pueden existir antecedentes de irradiación cervical en la infancia (en el tipo papilar).

Carcinoma papilar de tiroides

Forma más frecuente de cáncer tiroideo. Son tumores que no están bien delimitados, ni bien encapsulados, y que metastatizan a hueso y pulmón. El pronóstico es mejor en mujeres, y depende también de la edad y del tamaño del tumor.

Estos pacientes deberán ser tratados con hormonas tiroideas de por vida, porque estas hormonas frenan el desarrollo de las células malignas.

Existen unas lesiones características de este tumor, con forma de calcificaciones concéntricas, que son los cuerpos de Psamoma.

Carcinoma folicular de tiroides

Segunda forma más frecuente. También aparece principalmente en mujeres, pero en edades más avanzadas. Provocan metástasis a través de sangre o por vía linfática, y su pronóstico es peor al papilar, con mayor posibilidad de recidiva.

Carcinoma medular de tiroides

Es un tumor unilateral, mal encapsulado, de consistencia firme. Metastatiza precozmente a ganglios. La calcitonina es un marcador de este tipo de cáncer.

Puede aparecer de forma aislada, o como parte de un Síndrome de Neoplasia Endocrina Múltiple (MEN).

Carcinoma anaplásico de tiroides

Es un tumor muy indiferenciado y muy maligno, con alta mortalidad. Crece rápidamente, tiene consistencia pétrea y da metástasis precoces. Afecta a mayores de 60 años. El tratamiento es paliativo, con radioterapia y quimioterapia (pobres resultados). La cirugía se emplea para descomprimir y para traqueotomía.

Linfoma tiroideo

Más frecuente en mujeres a partir de 60 años. Se presenta como un bocio nodular, de crecimiento rápido y consistencia dura. No es doloroso pero produce síntomas compresivos (disnea, disfagia) y puede cursar con hipotiroidismo por destrucción de células tiroideas.

Puede ir precedido de una larga historia de bocio o tiroiditis infecciosa crónica.

En el tratamiento se emplean la quimioterapia y la radioterapia. La cirugía se reserva para casos donde el tiroides provoca compresiones de otras estructuras, y se emplea igualmente quimioterapia y radioterapia tras ella.