Alerta con los pies fríos

Es una molestia a la que no solemos darle mayor importancia, pero tener los pies fríos de manera frecuente, puede indicarnos que algo no anda bien con nuestra salud.

Pies frios

Las mujeres suelen tener los pies fríos con más frecuencia que los hombres, pero que esto sea más habitual no quiere decir que solo les pase a ellas. La mayoría de las veces no suele tener mayor importancia, sobre todo si ocurre en invierno, pero si es una molestia constante que se da en cualquier época del año, entonces puede ser aviso de que algo no anda bien en nuestro organismo.

Estos son algunos de los problemas de salud que pueden esconderse detrás de unos pies fríos.

Mala circulación

Los pies son las extremidades más alejadas del corazón, razón por la que la sangre tiene más dificultades para llegar a ellos. Esto ciertamente influye para que tengan una temperatura inferior al resto del cuerpo. La sangre llega más tarde y eso baja la temperatura. Si, además, existe algún problema que obstaculiza la correcta circulación sanguínea, la sensación de pies fríos se puede acentuar y provocar también otros síntomas.

1Arteriopatía periférica

La acumulación de placa provoca un estrechamiento y endurecimiento de las arterias, lo que causa una disminución del flujo sanguíneo en piernas y pies. Las personas que tienen altos niveles de colesterol, hipertensión, diabetes o son fumadoras, tienen más riesgo de sufrir esta enfermedad.

Los síntomas más habituales de este trastorno son:

  • Pies y piernas frías y piel pálida en estas extremidades.
  • Dolor, fatiga, ardor o molestias musculares que se hacen evidentes al caminar o hacer ejercicios.
  • Si la enfermedad se agrava, estos síntomas pueden aparecer también estando en reposo, así como entumecimiento, calambres, hormigueo y dolor en los pies y dedos.

2Enfermedad de Raynaud

Es un trastorno de los vasos sanguíneos que afecta a los dedos de las manos y los pies. Quienes tienen esta enfermedad sufren una reacción excesiva al frío y al estrés emocional. Los vasos se estrechan momentáneamente y no llega suficiente sangre a estas partes del cuerpo. Cuando esto ocurre, la piel de estas zonas se vuelve blanca o azulada y los dedos se enfrían y entumecen. Aunque no se sabe la causa de este trastorno, en algunos casos está asociado a patologías como la lupus, artritis reumatoide y fibromialgia.

Trastorno neurológico

Si sientes los pies fríos, pero al tocarlos están calientes, entonces podría ser una señal de neuropatía periférica. Este trastorno suele ser bastante frecuente entre las personas que sufren diabetes. Tener altos niveles de azúcar en la sangre durante un largo periodo puede dañar los nervios periféricos que envían información del cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo, pero no solo afecta a los diabéticos; en algunos casos, la neuropatía es hereditaria, y en otros, puede deberse a un déficit de vitaminas del grupo B, trastornos autoinmunes, intoxicaciones por plomo o un excesivo consumo de alcohol.

Anemia

Algo tan frecuente como un déficit de hierro puede afectar a la regulación de la temperatura del cuerpo, sobre todo si reconoces algunos de estos síntomas adicionales:

  • Piel y mucosas pálidas
  • Cansancio, debilidad y mareos sin causa aparente
  • Dificultad para respirar
  • Uñas quebradizas
  • Cabello débil
  • Piel seca