Hipertensión maligna

Presión arterial alta que aparece de forma rápida y repentina

Hipertensión maligna

Se trata de la presión arterial muy elevad que se manifiesta de forma repentina y rápida, que afecta alrededor del 1% de los hipertensos. Es más frecuente en los adultos jóvenes, sobre todo a los hombres afroamericanos.

La hipertensión maligna puede presentarse también en los siguientes casos:

  • Problemas renales
  • Trastornos vasculares del colágeno
  • Preeclampsia (presión alta en el embarazo)

Factores de riesgo:

  • Hipertensión renal como consecuencia de estenosis de la arteria renal
  • Insuficiencia renal

Síntomas

  • Visión borrosa
  • Tos
  • Náuseas y vómitos
  • Disminución de la diuresis
  • Dificultad para respirar
  • Debilidad en brazos, piernas, rostro u otras partes del cuerpo
  • Dolor de cabeza
  • Convulsiones
  • Entumecimiento en brazos, piernas, rostro u otras partes del cuerpo
  • Dificultades para respirar
  • Cambios en el estado mental:
    • Confusión
    • Fatiga
    • Somnolencia, letargo, estupor
    • Ansiedad
    • Disminución de la lucidez mental, descenso en la capacidad de la concentración
    • Inquietud

Tratamiento

La persona con hipertensión maligna necesitará internación hospitalaria hasta que la presión baje y esté bajo control. Para bajar la presión serán administrados medicamentos por vía intravenosa.

En caso de edema pulmonar (líquido en los pulmones), se administrarán diuréticos que ayudarán al organismo a eliminar el líquido. En caso de evidencia de daño cardíaco, el médico podrá indicar medicación para proteger el corazón.

Una vez que la hipertensión arterial grave esté controlada, los antihipertensivos orales servirán para controlar la hipertensión. En algunos casos, puede ser necesario cambiar de medicación.

Pronóstico

Las subas súbitas de la presión arterial pueden afectar y poner en riesgo varios sistemas corporales. Puede haber daño en múltiples órganos corporales, como ser los ojos, el cerebro, el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones.

A su vez, los vasos sanguíneos de los riñones son más propensos al daño causado por la presión alta. Puede desarrollarse insuficiencia renal que puede ser permanente y necesitar diálisis.

Cuando la hipertensión maligna se trata de manera oportuna, puede controlarse sin causar mayores problemas. Pero de lo contrario, las complicaciones pueden ser graves e incluso mortales.

Complicaciones

  • Daño cerebral
  • Insuficiencia renal
  • Edema pulmonar
  • Ceguera permanente
  • Daño cardíaco que puede abarcar:

Prevención

Las personas que padecen hipertensión arterial, deberían controlarse regularmente la presión y tomar los medicamentos para diminuir el riesgo de subas de presión. La alimentación baja en grasas y sal también es importante en la prevención.