¿Qué es el Mal de Chagas?

Un padecimiento de vieja data, que afecta la salud y la calidad de vida de más de 15 millones de personas en el mundo.

Mal de chagas
Los insectos son los principales transmisores de la enfermedad

La enfermedad o Mal de Chagas, es un padecimiento infeccioso de naturaleza tropical, transmitido por un parásito denominado Trypanosoma cruzi, que penetra al cuerpo tras la picadura de insectos como chinches, vinchucas y chipos previamente infectados. Pese a ser una enfermedad diagnosticada y tratada desde principios del siglo pasado, la Tripanosomiasis americana, como también se le conoce, es considerada actualmente, un problema de salud pública en Centro y Sur América, y ha logrado extenderse a Estados Unidos y Europa, debido a los constantes desplazamientos de inmigrantes latinos. Cifras conservadoras registran un promedio de 15 millones de personas alrededor del mundo, en su mayoría niños, que padecen este mal.

Datos históricos

El Mal de Chagas debe su nombre al médico sanitarista brasileño Carlos Ribeiro Das Chagas, quien la identificó 1909. Si bien el doctor Das Chagas registro el flagelo en 1909, fue a principios de 1960, cuando la enfermedad fue reconocida por autoridades académicas y sanitarias, gracias al trabajo tesonero del médico argentino Salvador Mazza, quien a comienzos de 1926, se dedicó a estudiar el mal y a divulgar su relevancia. Hasta entonces, no se consideraba una patología.

Formas de contagio y transmisión:

Un insecto es portador del parasito, si se alimentó previamente de la sangre de una persona o animal contaminado con tripanosoma cruzi. Cuando pica de nuevo, vacía su contenido intestinal cerca de la picadura, la persona se rasca lesionando la piel y esto facilita la introducción del parasito al torrente sanguíneo.

Las circunstancias en las cuales una persona puede infectarse son variadas:

  • Vectorial: Es la vía más común de contagio, y se da a través del contacto con materia fecal. Aproximadamente el 80% de los humanos contagiados, pertenece a este grupo
  • Por hemotransfusión: Se produce al recibir sangre de un donante infectado. Esto sucede porque en muchos casos la enfermedad es asintomática por mucho tiempo, y la persona no sabe que la padece. En este caso la evolución y gravedad, dependerán de la cepa infectante y de la inmunidad del organismo receptor
  • Trasplacentaria: Ocurre cuando la infección logra pasar a la placenta desde la sangre de la madre, y para ello la enfermedad debe estar en fase aguda o crónica
  • Por leche materna: Es considerada una forma excepcional de contagio, no obstante, está plenamente comprobada, por lo se aconseja un buen chequeo médico a las mujeres que viven en condiciones de riesgo
  • Por contacto con animales contaminados: En aquellos casos en los que las personas manipulan carne y sangre contaminada por razones de trabajo, tal es el caso de los desolladores y personal de mataderos. Así mismo, el trato promiscuo con perros y gatos con infección acentuada, pues se ha encontrado el tripanosoma en la saliva
  • Por contaminación en el laboratorio: Se dan con una frecuencia más alta de lo estipulado como riesgo, debido a que los investigadores tienen contacto con gran cantidad de transmisores: Chinches, chipos, cultivos del parásito y materiales biológicos extraídos de personas en fase grave
  • Por ingestión de alimentos contaminados: Son casos poco frecuentes y no revisten importancia desde el punto de vista epidemiológico. Se trata de comidas expuestas al contacto con materia fecal de un chinche u otro insecto transmisor, o la ingesta de carnes poco cocidas de animales silvestres

¿Cuándo se está en riesgo de contaminarse?

La enfermedad es propia de regiones pobres de América Latina, sobre todo, de zonas rurales, de poco acceso a programas sanitarios y educativos, de forma que los pobladores de estos sectores, tienen altas posibilidades de contaminarse. Existen también otros factores tales como:

  • Habitar en una choza: Este tipo de construcción emplea listones de caña brava u otros arbustos, que se rellenan de adobe (barro). Siendo un producto artesanal y rústico, deja múltiples rendijas y orificios, donde anidan con facilidad toda clase de insectos, entre ellos, chinches y chipos
  • Trabajar entre matorrales como sembradíos o plantaciones de caucho, banano y similares
  • Alimentarse de la caza silvestre: El reservorio natural del parásito lo constituyen animales de sangre caliente como marsupiales, cachicamos o armadillos, roedores, monos y más recientemente especies domésticas como perros y gatos. En regiones de extrema pobreza, la caza incluye algunos de estos especímenes
  • Recibir una transfusión de donante infectado: Dado que la enfermedad tarda en manifestarse, algunas personas donan sangre sin saber que portan el parásito. La revisión para descartar Mal de Chagas es de reciente data en la mayoría de los bancos de sangre de Centro y Sur América. En Estados Unidos apenas se inició en el año 2007

Síntomas Chagas

Se registran tres faces claramente definidas:

  1. Fase aguda: Puede ser asintomática, o por el contrario, presentar inflamación del área de la picadura, malestar general, fiebre elevada, inflamación de un ojo (párpado)
  2. Fase intermedia o indeterminada: La enfermedad entra en un período de remisión asintomática, que puede durar meses o años, durante los cuales persiste la infección sin manifestaciones clínicas. Cuando se reanuda, presentan los siguientes síntomas: Problemas digestivos, estreñimiento, dificultad para deglutir y dolor abdominal
  3. Fase Crónica: Es sintomática y aparece años después de contraída la infección. En este punto muestra daños en los sistemas nervioso y digestivo así como en el corazón, además de problemas de deglución que pueden llevar a la desnutrición. En las personas afectadas sin tratamiento, las consecuencias pueden ser mortales, casi siempre debido a cardiopatías

Tratamiento

Continúan vigentes los dos únicos fármacos elaborados hasta la fecha: El Nifutimox y el Benzinidasol, los cuales han generado controversia en lo relativo a efectividad y disponibilidad, tomando en consideración que son tratamientos a largo plazo. Sin embargo, los resultados son positivos en las fases aguada e intermedia, pero en esta última, comprobar la curación lleva años. En la fase crónica, los resultados no son concluyentes, no obstante, se prescriben los fármacos para niños y adultos. Por lo general, se indican otros tratamientos también para los síntomas originados por daños a órganos y sistemas.

Tanto el Nifutimox como el Benzinidasol tienen efectos secundarios, y cuando los receptores son personas de avanzada edad, su estado puede empeorar. Algunos de estos efectos son:

  • Cefaleas
  • Mareos o vértigo
  • Erupciones
  • Insomnio
  • Pérdida de peso por inapetencia
  • Alteraciones neurológicas

Medidas de Prevención

Con pocos cambios, las medidas elementales de prevención siguen las propuestas formuladas en 1938 por el doctor Salvador Mazza, y pueden resumirse en los siguientes puntos:

  • Lograr la modificación de la vivienda rural por un modelo higiénico y adaptado a las posibilidades, al clima y a las características de cada región
  • Ejecutar programas de educación sanitaria desde la escuela hasta las comunidades, para instruir sobre la enfermedad, a la mayor cantidad de sectores poblacionales.
    Impedir y destruir la invasión domiciliaria de los insectos en todas las facetas de desarrollo
  • En síntesis, las acciones preventivas aplicadas localmente, apuntan a erradicar a los insectos transmisores por medio de limpieza de las viviendas y áreas circundantes y la aplicación de insecticidas caseros. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, lleva adelante un programa ampliado que consiste en la distribución, a los países afectados, del Nifurtimox, como una vía para asegurar el acceso al medicamento por parte de quienes más lo necesitan

La enfermedad de Chagas es un flagelo que afecta a los sectores rurales más pobres de Latinoamérica, y pese a los innegables avances de la ciencia, aun se considera un problema de salud pública.

Desde el momento en que se adquiere la infección, hasta su total evolución, los enfermos padecen efectos y secuelas, y deben seguir largos tratamientos para mantener sus expectativas de vida.

Luego de años de investigaciones y seguimientos, la Organización Mundial de la Salud, ha establecido programas preventivos y curativos regionales, cuyas estadísticas certifican la reducción del número de personas afectadas.

Pero el verdadero reto de la organización, apunta a los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio, que convoca a gobiernos, organizaciones, sector privado y sociedad civil, a trabajar uniendo por primera vez las esferas de educación, salud y ambiente, como única manera de erradicar las enfermedades propias de los sectores más vulnerables, teniendo como año meta el 2015.