Cómo prevenir la ansiedad en los jóvenes

La ansiedad en los jóvenes es un problema común, su reconocimiento a tiempo y prevención adecuada puede evitar el desarrollo de problemas mentales y desenlaces mortales.

Ansiedad en los jovenes

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante la etapa de la adolescencia es cuando existe mayor incidencia en la aparición de problemas de ansiedad. Es por ello que se recomienda tomar medidas de prevención adecuadas para evitar el desarrollo de esta enfermedad a temprana edad.

La ansiedad forma parte de la lista de trastornos de la salud mental, y puede tener una incidencia importante en los demás aspectos del organismo. En el caso de los adolescentes puede provocar dificultades en su desarrollo social, como también el consumo despreocupado del alcohol, tabaco y sustancias no legales.

En el mismo orden de ideas, el embarazo precoz, los actos vandálicos y el abandono de los estudios también pueden definirse como respuestas conductuales a la ansiedad de cualquier adolescente. Según datos suministrados por el portal Who International, perteneciente a la OMS, en los años recientes la tasa de adolescentes que padecen de depresión o ansiedad se ha visto en crecimiento y se espera que la cifra siga en aumento.

La prevención de posibles casos es fundamental para detener la elevación de la incidencia, como también identificar los casos existentes para que puedan ser tratados y evitar que se desarrollen otros problemas mentales a partir del ya existente.

Desarrollo familiar saludable

Cuando un niño desarrolla una infancia libre de maltratos, separaciones, presión y demás aspectos negativos es menos probable que la ansiedad aparezca en su adolescencia. Además de que contribuye en una buena salud mental en el ámbito general. Por otro lado, la OMS ha sugerido una serie de recomendaciones para prevenir esta enfermedad que puede causar estragos importantes en los jóvenes.

Cuidar del contexto en el que se desarrollan los chicos es de vital importancia, pues este aspecto es capaz de incidir en las habilidades sociales, la habilidad para solventar obstáculos y la confianza en sí mismo. Entendiendo que tales características tienen que ver directamente con el ámbito conductual de las personas, incluyendo los hábitos alimenticios y los comportamientos sociales.

Los padres o representantes deben estar muy pendientes del comportamiento de los menores, y poner cuidado a expresiones en su conducta que estén ligadas a la preocupación en exceso, cambios en su apetito, una mayor irritabilidad frente a los problemas y trastornos del sueño. Pues los ya mencionados son aspectos que deben alertar de que existan signos de ansiedad que se están desarrollando y debe atacarse al momento para evitar consecuencias a largo plazo.

Cuando la ansiedad es un hecho

Si el problema ya existe, entonces se debe tomar en cuenta que el adolescente tiene que estar consciente sobre lo que padece, y entender que existen métodos para mejorar la situación. La visita a un especialistas calificado es primordial para identificar el problema y tratarlo de manera profesional. Es importante que el tema sea tratado con la gravedad que requiere, porque las consecuencias pueden ser fatales, y es que según datos de la OMS el suicidio es la segunda principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 25 años.

Si los adolescentes llevan una vida bajo la presión y el desorden, lo recomendable es hacer un cambio total de hábitos para evitar ambientes tóxicos que puedan empeorar la situación. La práctica de actividades como el deporte, la danza y la educación extraescolar es beneficiosa para la salud mental.

Y por último, el apoyo de la familia y de los seres cercanos al joven es de vital relevancia para acabar con cualquier episodio que pueda poner en riesgo su óptimo desenvolvimiento psicológico. Esto influye directamente con el desarrollo de la comunicación y el ámbito de la interrelación con el resto de las personas fuera del hogar.