Adicción al miedo: ¿Buena o mala?

El miedo en exceso puede causar ataques cardíacos, ataques de pánico, ansiedad y trastornos del sueño

Adicción al miedo

Los sustos generan una elevada dosis de adrenalina y mientras unos tratan de evitarlos otros los buscan. La adicción a éstos se explica según Glenn Sparks, académico de las universidades de Purdue, en Estados Unidos, por un fenómeno llamado transferencia de excitación. Cuando una persona es asustada, el miedo acelera el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y la respiración, dicha sensación se prolonga más allá de la experiencia y lleva a que se viva más intensamente.

Por ello es que en algunas personas esto se transforma en una adicción y buscan permanentemente situaciones que los lleven a vivir experiencias de miedo.

Reacciones físicas ante el miedo

  • Las pupilas se dilatan
  • Aceleración del ritmo cardíaco y la respiración
  • Liberación de químicos como la adrenalina

Estas reacciones físicas hacen que los músculos tengan mayor cantidad de energía. Además estas manifestaciones físicas generadas al ver, por ejemplo, una película de terror durante 90 minutos, según científicos de la Universidad de Westminster, Inglaterra, contribuyen a quemar calorías y en consecuencia a bajar de peso. Los investigadores hallaron que las películas que tienen escenas de choques son las que más calorías queman y durante la duración de la misma se pueden llegar a quemar unas 184 calorías, igual que con una caminata de 30 minutos.

Los excesos son malos

Una cierta dosis de adrenalina de vez en cuando no viene mal, sin embargo, en exceso puede ser perjudicial para la salud. Así lo explica el Dr. Martin Samuels, del Hospital Brigham:

puede dañar los órganos internos como el corazón, los pulmones, el hígado y riñones

Por otro lado, las personas que sufren ataques de pánico, fobias o trastornos de ansiedad, son tres veces más propensos a sufrir ataques al corazón, más aún cuando se las somete a situaciones de miedo.

El miedo en los niños

El terror nocturno es un trastorno del sueño que puede presentarse tanto en niños como en adultos y una de sus causas está asociada con las películas de suspenso o situaciones en las que el terror está presente.

Lo ideal según especialistas en la publicación World of Psychology, debe evitarse que los niños estén expuestos a películas de terror o a factores que puedan asustarlos, ya que la excitación causada, puede favorecer los ataques de ansiedad y los problemas para dormir. También se halló que las obsesiones suelen manifestarse en muchos niños que son asustados.