Disfunción de la articulación sacroilíaca

Es la causa más común de dolor de espalda y cuello.

Disfunción de la articulación sacroilíaca
Dolor de espalda

La disfunción de la articulación sacroilíaca es una de las causas más frecuentes de dolor de espalda.

Las articulaciones sacroilíacas están ubicadas en la parte baja de la columna vertebral y conectan el hueso de la pelvis hasta el sacro.

Esta disfunción es más frecuente en mujeres jóvenes o de edad mediana.

Causas

La disfunción de la articulación sacroilíaca ocurre cuando el movimiento anormal de dichas articulaciones produce dolor.

Entre algunas de las causas se encuentran:

  • Hipermovilidad o hipomovilidad de las articulaciones sacroilíacas. Las lesiones en los ligamentos o el embarazo son algunas de las causas de exceso de movimiento (hipermovilidad) en las articulaciones sacroilíacas. Aunque la falta de movimiento en estas articulaciones (hipomovilidad o fijación), a consecuencia de una enfermedad degenerativa como la artritis, por ejemplo, también puede ser causante de dolor en la zona.
  • En algunos casos las articulaciones sacroiliacas sobrecompensan problemas en las articulaciones próximas y ello puede llegar a causar dolor. Por ejemplo, en el caso de fusión espinal lumbar, los pacientes manifiestan dolor en la articulación sacroiliaca a causa del reducido movimiento en los segmentos de la columna lumbar.
  • Tener una pierna más corta que la otra.
  • Gota.
  • Artritis reumatoidea.
  • Artritis séptica.

Síntomas

Los síntomas son muy similares a los de la hernia de disco, por lo cual la disfunción de la articulación sacroiliaca suele confundirse con ésta.

La disfunción de la articulación sacroiliaca puede causar dolor en la parte baja de la espalda o en las nalgas.

El dolor puede también irradiarse hacia las piernas o a los músculos próximos, provocando espasmos o disfunción articular.

Tratamiento

Los tratamientos pueden abarcar:

  • Reposo, frío y calor
    El tratamiento inicial puede incluir el uso en intervalos de 15 a 20 minutos de frío para reducir la inflamación. Esto debe ir acompañado de reposo y se indica especialmente en la etapa de dolor agudo e intenso. El calor puede ayudar al proceso de curación pero no en la etapa de más dolor.
  • Medicación
    En la primera etapa del tratamiento puede indicarse fármacos para el dolor y la inflamación.
  • Tratamiento quiropráctico
    Este tipo de tratamiento es muy efectivo cuando la articulación está trabada. No así si tiene hipermovilidad.
  • Fisioterapia y ejercicio
    La fisioterapia ayuda al fortalecimiento de los músculos que rodean la articulación afectada y para incrementar el rango de movilidad. Todo tipo de actividad física de bajo impacto favorece el incremento del flujo sanguíneo en la zona.
  • Inyectables en la articulación sacroiliaca
    Inyección anestésica como lidocaína que producen alivio inmediato del dolor.