Hinchazón de pies y tobillos - Causas y tratamientos

Las causas pueden ser múltiples: Desde haber estado durante muchas horas de pie, hasta una afección cardíaca.

Hinchazón de pies y tobillos - Causas y tratamientos

La hinchazón de pies y tobillos es bastante frecuente, pero no suele ser un tema de preocupación, sobre todo si se está parado o caminando durante mucho tiempo. Pero si esta permanece o se acompaña con otros síntomas, puede estar indicando un problema de salud más serio. Por ello, es importante tener claro cuáles son la causa de la misma para saber cuando consultar al médico.

Durante el embarazo

Durante esta etapa, algo de edema, es decir hinchazón en los pies, tobillos y piernas es normal, dada la retención de líquidos que se produce. Pero una hinchazón excesiva, acompañada de otros síntomas como dolores de cabeza, dolor abdominal, cambios en la visión, visión de destellos brillantes, náuseas, vómitos y micción frecuente, puede deberse a preclampsia. Se trata de una seria complicación del embarazo que se desarrolla después de la semana 20 y se caracteriza por la presión arterial elevada, proteína en la orina y requiere atención médica de inmediato.

Insuficiencia venosa

La hinchazón en pies y tobillos puede ser un síntoma precoz de insuficiencia venosa, una condición en la que las venas de las piernas no tienen la capacidad de bombear la sangre correctamente de nuevo al corazón. En situaciones normales, la sangre fluye hacia arriba con las válvulas de una vía, si estas se dañan, la sangre se filtra hacia abajo y el líquido permanece en el tejido blando de las extremidades inferiores, fundamentalmente en los pies y los tobillos.

Linfedema

El linfedema es una acumulación de líquido en los tejidos linfáticos, que puede desarrollarse a causa de la ausencia de vasos linfáticos o de problemas en ellos, luego de la extirpación de ganglios linfáticos. La linfa es un líquido rico en proteínas que recorre una amplia red de vasos sanguíneos y capilares. Se filtra a través de los ganglios linfáticos, que filtran y elimina las sustancias indeseables, como, por ejemplo, las bacterias. Cuando existe un problema con los vasos o los ganglios linfáticos, el paso del fluido puede ser bloqueado y sin tratamiento, la acumulación puede interferir con la cicatrización de heridas y favorecer la infección. El linfedema es frecuente luego de radioterapia o de la extirpación de los ganglios linfáticos en personas con cáncer.

Coágulos de sangre

Los coágulos de sangre se forman en las venas de las piernas y pueden obstaculizar el flujo sanguíneo que retorna la sangre de las piernas hacia el corazón, causando hinchazón en pies y tobillos. Estos coágulos pueden ser superficiales o profundos (trombosis) y estos últimos pueden bloquear una o varias de las venas de las piernas y pueden llegar a producir la muerte. Si existe inflamación en una pierna, fiebre, dolor y cambios de color en ella, consultar al médico de inmediato, ya que un tratamiento con anticoagulantes puede ser necesario.

Infección

La hinchazón de pies y tobillos puede ser un indicio de infección. Los pacientes que padecen de neuropatía diabética u otros problemas en los nervios de los pies son más propensos a las infecciones. En caso de personas diabéticas es fundamental, observas los pies a diario en búsqueda de lesiones, ampollas, úlceras, porque el daño del nervio pude hacerlos insensibles al dolor y los problemas en los pies avanzar con rapidez.

Problemas cardíacos de hígado o enfermedad renal

En algunas ocasiones, la hinchazón puede ser un indicio de problemas cardíacos, al hígado o enfermedad renal. Cuando los tobillos se hinchan durante la noche, puede ser una señal de retención de sal y agua como consecuencia de la insuficiencia cardíaca del lado derecho. La enfermedad renal también puede producir hinchazón de pies y tobillos; si los riñones no están funcionando como deberían, puede retenerse líquido en el cuerpo. La enfermedad hepática, puede afectar la producción del hígado de una proteína llamada albúmina, cuya producción inadecuada puede llevar a la pérdida de líquido y la gravedad hacer que éste se acumule en pies y tobillos.