Dolor de huesos o sensibilidad ósea

El dolor en los huesos puede tener diversas causas; una lesión, osteoporosis o cáncer. Muchas veces se confunde el dolor óseo con dolor muscular o articular y puede resultar difícil encontrar la verdadera fuente del mismo.

Dolor de huesos

El dolor de huesos no es tan frecuente como el dolor muscular o articular. Las causas de dolor óseo o sensibilidad pueden ser diversas. Entre las más comunes están las más leves como la lesión, la fractura o las asociadas al envejecimiento como la reducción de la densidad de los huesos. Sin embargo, también puede existir causas subyacentes más serias como el cáncer, la falta de irrigación sanguínea o incluso la infección. En éstas, muchas veces la fuente del dolor no es clara y ello retrasa la consulta, posterior diagnóstico y el comienzo del tratamiento.

Causas

Las posibles causas de dolor en los huesos abarcan:

  • Fractura.
  • Escasez hormonal que suele estar asociada al período menopaúsico.
  • Osteoporosis: se caracteriza por la disminución de la masa y densidad ósea como consecuencia del envejecimiento, la menopausia o el sedentarismo, lo que incrementa el riesgo de dolor y fracturas en los huesos.
  • Falta de riego de la sangre como en casos de anemia falciforme.
  • Lesión por exceso o repetición de movimiento.
  • Leucemia.
  • Cáncer de huesos.
  • Metástasis (cáncer que se ha propagado y produce dolor como consecuencia de la destrucción del tejido).
  • Infección.
  • Artritis: además de dolor articular puede en algunos casos causar dolor o sensibilidad ósea.

Tratamiento

El tratamiento dependerá en gran medida de la causa del dolor inicial en los huesos.

  • Fractura
    Si se trata de una fractura la inmovilización de la zona afectada con yeso y la ingesta de analgésicos y antinflamatorios ayudará a aliviar el dolor.
  • Menopausia u osteoporosis
    Cuando la causa es la menopausia u osteoporosis, existe tratamiento específico para cada una de estas condiciones que ayudarán a aliviar los síntomas generales.
  • Anemia
    En el caso de la anemia lo que se busca es el alivio de los síntomas de la enfermedad, ya que la cura es muy poco probable.
  • Cáncer
    Si la causa es cáncer óseo o metástasis el tratamiento puede incluir radioterapia que disminuye la inflamación en la zona afectada, así como el tamaño de la masa tumoral. También puede ser necesaria quimioterapia o cirugía según el caso. La leucemia suele tratarse con quimioterapia.

Algunas medidas complementarias que puede ayudar incluyen:

Otros consejos para el alivio del dolor de los huesos son:

  • Aplicación de frío y calor en la zona adolorida
    La combinación de compresas frías y calientes en las zonas afectadas puede contribuir a aliviar el espasmo muscular y reducir la inflamación en caso de que la haya.
  • Mantener un peso saludable
    El exceso de peso sobrecarga las articulaciones y esto puede causar dolor no sólo en ellas sino también en los huesos. En tal sentido, mantenerse en un peso adecuado según el sexo y la altura puede ayudar a evitar este tipo de molestias.
  • Mantener una alimentación equilibrada
    La vitamina D y el calcio en la dieta son fundamentales para que los huesos se mantengan fuertes y sanos.
  • Realizar actividad física
    La práctica regular de ejercicio ayuda a fortalecer los huesos y mantener flexibles las articulaciones, reduciendo así los riesgos de lesiones.