Las bacterias son imprescindibles para la vida

Las bacterias viven con nosotros en perfecto equilibrio y nos ayudan a mantenernos sanos

Bacterias beneficas
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Aunque nosotros las veamos como algo malo, necesitamos a las millones de bacterias que viven dentro de nuestro organismo. El intestino es un claro ejemplo, ya que es uno de los ecosistemas más densamente poblados con cien billones de bacterias de hasta mil especies diferentes. Éstas, necesitan vivir en el intestino, ya que fuera no podrían. Nosotros las alimentamos y a cambio, ellas favorecen la absorción de nutrientes convirtiendo en aprovechables algunos residuos de la dieta que no podemos digerir y regulando parte de nuestras defensas. Al igual que pasa en la boca, piel, nariz y genitales.

Por qué son tan necesarias las bacterias

La vida actual, en la que hacemos una limpieza a veces excesiva y con hábitos alimentarios que tienen mucho que ver con que cada vez estemos menos en contacto con microbios, es perjudicial a medio plazo. Por ejemplo, el exceso de limpieza provoca que se supriman de la piel la mayoría de bacterias que viven en la superficie y altera las condiciones de humedad. Lo que favorece la aparición de infecciones, eccemas, descamaciones, grietas y problemas de todo tipo.

La composición de la flora bacteriana en los niños, sobre todo los primeros meses de vida, es una de las claves en el desarrollo del sistema inmunitario. Los niños con floras bacterianas más ricas y variadas sufren un menor desarrollo de enfermedades como alergias y dermatitis en los primeros años de vida. Hay que bañar a los niños sin usar jabones y campús agresivos, ni antibacterianos.

Sistema inmunitario

Para mantener un sistema inmunitario que funcione correctamente, debe haber una activación de las defensas de forma continuada. Tras la toma de antibióticos por cualquier infección, aparecen diarreas y hongos. Esto sucede porque estos hongos aprovechan que el antibiótico ha destruido no sólo las bacterias que producían la infección, sino también las que habitan el organismo, que se ocupan de mantenernos sanos. Es un buen ejemplo del equilibrio en el que vivimos y de que no hay que abusar de los antibióticos.

También podemos incluir en nuestra dieta los prebióticos: Se trata de bacterias que se incluyen en la preparación de una amplia gama de productos. Los más conocidos, son los que consumimos en yogures y derivados lácteos. Los prebióticos son sustancias alimenticias que nutren a un determinado grupo de microorganismos de la flora intestinal, de forma que favorecen la multiplicación de bacterias benéficas para el organismo.