Beneficios del óxido de zinc

Es un mineral utilizado con fines cosméticos en varios productos para la piel, especialmente para el tratamiento del eccema dishidrótico.

Beneficios del oxido de zinc

El óxido de zinc es un mineral de color blanco que se utiliza con fines cosméticos y farmacéuticos, para afecciones de la piel por sus propiedades antibacteriales, astringentes, tienen efecto antiinflamatorio y alivia irritaciones cutáneas. Es un ingrediente activo, por ejemplo, de los protectores solares ya que absorbe excelentemente la luz ultravioleta bloqueando los rayos dañinos. También está presente en jabones, talcos, maquillajes, pastas dentales, cremas para la piel, para el tratamiento del acné, sarpullido del pañal, hemorroides y demás.

Para qué sirve el óxido de zinc

Como ya se mencionó antes, por los beneficios del óxido de zinc para la piel, se usa en varios productos cosméticos y para el tratamiento de afecciones de la piel como rozaduras, quemaduras leves, raspaduras, grietas en los pezones por la lactancia, traspiración excesiva, entre otras.

Forma una película sobre la piel que se adhiere a la misma y la protege. Uno de sus usos más extendidos, es en forma de crema o bálsamo en el tratamiento de una afección de la piel llamada eccema dishidrótico, que se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas en manos y pies.

Qué es el eccema dishidrótico

El eccema dishidrótico es una erupción cutánea vesicular que afecta fundamentalmente las manos, aunque también puede aparecer en los pies. Se forman ampollas que resultan muy molestas y que van en aumento. Es una afección más frecuente en mujeres.

Causas

La causa es desconocida y se asocia con la dermatitis atópica.

Síntomas

  • Pequeñas ampollas que inicialmente se forman en los dedos de manos o pies y que con el tiempo van propagándose a la zona de la palma de las manos.
  • Picazón y sensación de quemazón.
  • En la medida que avanza, hay un período de remisión en el cual la piel de la zona afectada se descama y se forma piel nueva. En algunos casos puede volverse una afección crónica.

Factores de riesgo

  • Piel sensible.
  • Estrés.
  • Exposición a metales como el níquel o cobalto.
  • Eccema atópico.