Fractura de clavícula

Fractura muy común entre las personas más jóvenes

Fractura de clavícula

La fractura de clavícula es uno de los tipos más comunes de fracturas. La gran mayoría de las mismas, ocurre a consecuencia de caídas sobre el hombro, el brazo extendido o la mano, lo que hace que se produzca una excesiva presión sobre este hueso, produciendo su ruptura.

En general la fractura de clavícula se cura por sí sola inmovilizando el brazo con un cabrestillo. También se usa hielo sobre la zona y fisioterapia. Pero cuando hay un desplazamiento importante o si la fractura es grave, puede ser precisa una intervención quirúrgica para corregir la lesión.

Causas de fractura de clavícula

La fractura de clavícula es común en la práctica de deportes de contacto como rugby, lucha libre fútbol, entre otros. También se producen en deporte donde pueden existir fuertes caídas como el esquí, surf, ciclismo, etc. Otra causa puede ser un traumatismo durante un accidente de tránsito.

La fractura de clavícula ocurre en las tres siguientes situaciones en las que el hueso es sometido lo suficientemente fuerte como para quebrarse:

  • Golpe directo en el hombro
  • Golpe directo en la clavícula
  • Caer sobre un brazo extendido

La edad es un factor importante en este tipo de fracturas. Cuando la persona es joven, los huesos están en proceso de crecimiento y son más propensos a las lesiones. La clavícula no se endurece por completo hasta los 20 años de edad. Lo que expone a las personas jóvenes a más riesgos.

Síntomas

  • Dolor en la zona afectada
  • Inflamación, hematoma a lo largo de la clavícula, sensibilidad al tacto o presión
  • Sensación de crujido al levantar el brazo
  • Dificultad al mover el brazo
  • Dolor que se incrementa al intentar mover el hombro o brazo afectado
  • Bultito que se palpa sobre la fractura
  • Caída del hacia abajo y hacia delante del hombro afectado

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de fractura y su gravedad. La mayoría puede tratarse con algunas medidas de confort muy sencillas.

Las fracturas en las que hay desplazamiento o en las que el hueso se rompe en múltiples fragmentos puede requerir cirugía. Las abiertas, es decir en las que el hueso roto perfora la piel, requieren tratamiento inmediato para evitar infecciones.

Las fracturas en las que los fragmentos óseos permanecen alineados, deben recibir el siguiente tratamiento:

  • Hielo: Durante los 2 o 3 primeros días en la zona afectada para reducir el dolor y la inflamación
  • Sostén del brazo: Inmovilizar en brazo con un cabrestillo para controlar el dolor y mantener el hueso en su lugar durante el proceso de curación
  • Analgésicos: Para aliviar el dolor causado por la fractura
  • Fisioterapia: Como consecuencia de mantener el brazo inmovilizado se pierde la fuerza muscular, con lo que se reduce la gama de movimiento del hombro. Por ello, en la medida en que se cura el hueso, es preciso realizar ejercicios de fisioterapia para revertirlo