Rain Man: el síndrome del savant

Es un estado patológico por el cual las personas con ciertos problemas mentales poseen habilidades específicas sorprendentes.

Rain Man: el síndrome del savant

El Síndrome del Savant se define como un estado patológico por el cual algunas personas con desórdenes mentales y pese a sus discapacidades físicas, psicológicas o motrices, poseen sorprendentes habilidades mentales específicas. Esto quiere decir, una condición en la cual una persona con alteración mental (autismo, por ejemplo), demuestra una habilidad prodigiosa muy superior a lo que se consideraría normal.

Las personas con Síndrome del Savant pueden tener trastornos del espectro autista o lesiones cerebrales. Se considera que el 50% de los Savants tiene autismo.

Esta patología fue descrita por primera vez en el año de 1789 por Benjamín Rush, al documentar el caso de un paciente que tenía la capacidad de calcular la edad de las personas en tan solo segundos. A partir de entonces, el fenómeno Savant ha fascinado a los científicos dedicados al estudio del cerebro, aunque hasta el momento no se ha logrado dar una explicación satisfactoria del síndrome.

Lo único que se ha establecido hasta ahora es una asociación entre el síndrome y el daño cerebral que se presenta en pacientes con demencia frontotemporal progresiva, lo que hace que desarrollen actividades artísticas sorprendentes, pero no habilidades abstractas o simbólicas. No se descarta tampoco el rol que pueda tener el cromosoma 15 en la presencia o ausencia de habilidades savants.

Características de los savants

Las habilidades más usuales de los savants se centran en cuatro categorías principales:

  • Arte: se caracterizan por ser grandes intérpretes musicales, con habilidades especiales en el piano, pintores y escultores. Suelen tener habilidades innatas para comprender e interpretar la música.
  • Cálculo de fechas: algunos savants son capaces de memorizar calendarios enteros y recordar datos específicos referentes a cada uno de esos días.
  • Cálculo matemático: capacidad para realizar complejos cálculos de forma instantánea y con gran precisión, todo de manera mental.
  • Habilidades mecánicas y espaciales: son capaces de medir distancias casi exactas sin instrumental alguno, construcción de maquetas altamente detalladas, memorización de mapas y direcciones.

Además de las mencionadas, existen otras habilidades mas inusuales y particulares que posee el individuo savant como, por ejemplo, la facilidad para el aprendizaje de múltiples idiomas, fuerte agudización de los sentidos, perfecta apreciación del paso del tiempo sin necesidad de relojes, entre otras.

El caso Rain Man

Todo aficionado al cine recuerda la película Rain Man protagonizada por dos pesos pesados como son Tom Cruise y Dustin Hoffman, pues bien, esta cinta estuvo inspirada en el caso de Kim Peek, el más famoso de todos los savants.

Peek no era autista. Nació con macrocefalia, un daño permanente del cerebro y con agenesia de cuerpo calloso, es decir, no tenía el cuerpo calloso que sirve de conexión nerviosa entre ambos hemisferios del cerebro.

Se especula que esta anomalía fue la causa de su sorprendente memoria que le valió el sobrenombre de “Kimputer”, pese a tener un coeficiente intelectual de apenas 73.

Peek era capaz de recordar el 98% de los cerca de 12.000 libros que había leído. Podía leer simultáneamente dos páginas en ocho segundos usando cada ojo para leer una página distinta, cosa imposible si hubiera tenido los dos hemisferios cerebrales conectados. Tardaba solo una hora para memorizar un libro completo.

Consiguió adquirir una gran cantidad de conocimiento que abarcaba áreas desde la geografía hasta la literatura, música, historia y filosofía. Era además un GPS humano, pues conocía de memoria todos los mapas de Estados Unidos.

A pesar de sus habilidades, Peek era una persona totalmente dependiente, apenas podía abrocharse la camisa por sí mismo y nunca tuvo idea de los datos que almacenaba; no era capaz de interpretar un poema o sacar conclusiones de algún texto. Su capacidad de almacenar información era ilimitada, pero no entendía lo que retenía.

En 2009 falleció a causa de un paro cardíaco. Tenía 58 años de edad.