Coaching nutricional: Nueva tendencia en asesoría para adelgazar

La nutricionista Mónica Blanco, nos explica en una entrevista la aplicación de las técnicas del coaching nutricional en su práctica profesional, las cuales le ayudan a ordenar su trabajo, generar un compromiso mutuo de responsabilidad con sus pacientes y mayor adherencia a los planes nutricionales.

Mónica Blanco
Mónica Blanco, Master en Nutricionista - Coach nutricional

Conseguir que los pacientes sigan estrictamente la dieta indicada según sus necesidades nutricionales, es uno de los grandes desafíos de los nutricionistas. Sin embargo, en muchos casos fracasan profesionales y pacientes. Éstos últimos comienzan con gran entusiasmo, pero en el camino van encontrando obstáculos, se van decepcionando y abandonan sin llegar a la meta planteada. ¿Por qué sucede esto? Quizás por varias razones: falta de motivación, objetivos demasiado pretensiosos o a muy largo plazo pueden ser algunas de las causas.

Para direccionar el trabajo del nutricionista, potenciarlo y guiar al paciente en el proceso del tratamiento, realizando un seguimiento inmediato de sus emociones, es que surge la técnica del coaching nutricional.

Esta técnica que, antes se limitaba solamente al ámbito del desarrollo personal o empresarial, es un proceso de acompañamiento que se combinó con la nutrición para potenciar sus resultados. Su principal propósito es desarrollar al máximo las capacidades, habilidades y el potencial de cada persona, para conseguir sus objetivos.

Se trata de un enfoque más amplio que la tradicional consulta nutricional. Tiene en cuenta las diversas áreas de la vida del paciente y lo involucra activamente en el proceso. Evalúa cuál de éstas puede obstaculizar el camino hacia el objetivo nutricional y cuál puede ser potenciada para conseguirlo exitosamente.

Para profundizar en la práctica del coaching nutricional, Sanar.org tuvo el placer de entrevistar a la nutricionista uruguaya Mónica Blanco. Es Licenciada en Nutrición, tiene un Máster Internacional en Nutrición, trabajó durante algunos años como Responsable del Programa Alimentación y Nutrición de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado), actualmente se desempeña en tareas de gestión en esa misma dependencia estatal, pero también atiende en consulta particular. Con el fin de potenciar sus habilidades profesionales, realizó estudios de Coaching Nutricional que aplica hoy en día con sus pacientes.

¿De qué se trata el coaching nutricional?

Es algo relativamente nuevo, una modalidad que se ha incorporado a las consultas. Un apoyo a nuestro paciente, que se utiliza para generar cierta autonomía del mismo, para que no dependa solamente de nosotros para lograr los progresos en el plan que proponemos. Los resultados que obtenemos mediante esta modalidad son duraderos. El coaching de ninguna manera sustituye al Licenciado en Nutrición, simplemente complementa su trabajo, le ayuda a ordenarlo. Son técnicas de coaching aplicadas a la nutrición. Aportan a la consulta ordenándola. Igualmente se siguen utilizando las técnicas clásicas de la nutrición: las anamnesis (cuestionario que se realiza al paciente en la primera consulta para conocer sus antecedentes personales, patologías, hábitos de consumo alimenticio, etc.) y la valoración antropométrica.

¿Qué se trabaja específicamente en la consulta aplicando las técnicas del coaching nutricional?

Se trabajan dos objetivos. En primer lugar, los objetivos nutricionales, mediante metas. Estos objetivos deben ser medibles, específicos, enmarcados en un tiempo determinado, alcanzables por el paciente y que tengan cierto seguimiento. Los objetivos nutricionales se plantean de manera conjunta con el paciente. También se trabajan los objetivos emocionales del paciente, utilizando herramientas y planes de acción.

VIDEO: Entrevista a Mónica Blanco sobre coaching nutricional

¿Alguna modalidad de trabajo que utilizas en especial?

La modalidad que usamos en el coaching nutricional se llama GROW. La G, son los objetivos, qué esperamos nosotros y qué espera el paciente, cuáles son los objetivos de acuerdo a cada paciente (definir dos o tres objetivos en cada consulta según cada paciente). La R, es cuál es su realidad, cómo se siente ahora. La O, son los obstáculos que puede encontrar para llegar a sus objetivos nutricionales (por ejemplo, la familia, las horas de trabajo, etc.). La W, es establecer un plan de acción: qué vamos a hacer, cuándo lo vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer.

¿En base a tu experiencia profesional en consulta, ves alguna diferencia en el éxito del tratamiento aplicando la técnica tradicional de consulta y el coaching?

Sí yo noté un cambio. Ahora es más ordenado el trabajo y genero cierto compromiso con mi paciente. Lo que nos enseñan en el coaching, es a generar una carta de compromiso de parte mía y del paciente. Por ejemplo: a establecer que la consulta va a ser una vez por semana, que si él no viene tiene que avisar un día antes, etc. Firmamos en la primera consulta como una carta de compromiso. Con el coaching genero más adherencia a los planes nutricionales. Me sirve también para enfocarme y darme cuenta verdaderamente los motivos por los que el paciente viene a la consulta.

Lo que nos enseñan en el coaching es a cambiar hábitos, nosotros sabemos que los hábitos a los 21 días son adquiridos y luego el cerebro los incorpora de forma automática. Lo que queremos es cambiar los malos hábitos para que se transformen en buenos hábitos, o que se generen nuevos hábitos cuándo no los hay. Por ejemplo, hay personas que se alimentan bien pero no tienen el hábito del deporte. Entonces nosotros lo que buscamos es generar el hábito del deporte para complementar la dieta.

Antes del coaching nosotros sólo trabajábamos con los objetivos nutricionales. Por ejemplo: ¿cuánto peso quería perder el paciente en determinado tiempo? Y con el coaching, profundizamos un poco más y buscamos los objetivos emocionales. Vemos cómo se siente el paciente. Si bien antes lo hacíamos, no con tanto hincapié en la parte emocional. Nos ayuda a formar alianzas con el paciente, a un grado mayor de compromiso, de generar cierta responsabilidad de ambas partes. Un ejemplo claro, que le doy a mis pacientes, es el de un auto. Hoy están en este punto y quieren ir a 150 km de distancia. Yo sería el auto, el vehículo, el medio para llegar al objetivo planteado. Pero el auto necesita combustible para llegar al objetivo. Ese combustible es la responsabilidad del paciente. Por más que él tenga el objetivo, tenga el medio, sino tiene el combustible, la responsabilidad, la motivación, no pone de su parte, no vamos a llegar al objetivo. Es un ejemplo muy gráfico que les pongo para generar esa alianza. Es un trabajo en equipo, en el que el paciente tiene que entender que los resultados van a ser responsabilidad de él, más allá de mi ayuda profesional y es lo que se trata de trabajar mediante el coaching nutricional.