Metas realizables para el 2018

Las metas tienen que ser alcanzables, visibles, sostenibles y tener un profundo significado para que valga la pena esforzarse por ellas.

El 2018 está muy cerca y con él los balances del año que se va y los propósitos para el que comienza. Luego de pasar raya sobre los acontecimientos de 2017, rescatar lo positivo y reflexionar sobre lo negativo, viene la lista de nuevas metas y objetivos.

Si bien es importante realizarla, lo ideal es hacerlo a conciencia, con propósitos que sean realizables y no imposibles o demasiado lejanos. Suele ocurrir que cuando se trazan objetivos muy difíciles e inalcanzables, se abandonan a mitad de camino. Colocar la lista de metas en un lugar bien visible (en la puerta del refrigerador, por ejemplo) es una buena estrategia para que cada día del 2018 puedan recordarse y trabajar duro para cumplirlas.

Algunas metas saludables para el próximo año

1 Desayunar todos los días

El desayuno es la comida más importante del día. Sin embargo, en la acelerada cotidianeidad muchos no dedican el tiempo necesario y suficiente para desayunar como deberían. Esto acarrea consecuencias negativas para la salud. Luego de muchas horas de ayuno, el organismo necesita energía para afrontar el día y sus demandas.

2 Volver a la cocina casera

La vorágine de la vida moderna lleva a que las familias opten por la comida rápida, los congelados, procesados o alimentos comprados que no siempre son saludables. Si uno de los propósitos del próximo año es llevar una vida más sana, es importante dedicarle algo de tiempo a la preparación de cocina casera, libre de conservantes, colorantes y excesos de sodio.

3 Beber suficiente cantidad de agua

La ingesta de agua es fundamental para mantenerse hidratado y prevenir así la fatiga que puede causar la deshidratación. Además ayuda a mantener un peso saludable. No es necesario beber los 2 litros de agua que se recomiendan en el mismo momento del día, sino repartirlos en pequeñas tomas a lo largo del mismo e incluso alternar con jugos e infusiones que también cumplen el rol de hidratar.

4 Realizar actividad física

Esta recomendación es constante pero no por ello menos importante. Para mantener una buena salud física y mental es fundamental la práctica regular de actividad física. Contribuye a prevenir enfermedades como el estrés, la depresión, problemas cardiovasculares, mejorar la energía y mantener un peso saludable.

5 Apostar por técnicas de relajación

La relajación suele asociarse con un lujo, con algo que no es para todo el mundo. Sin embargo, es absolutamente necesaria. Ayuda a disminuir el estrés, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, etc. Tomarse unos minutos diarios para realizar alguna técnica de relajación, puede hacer realmente la diferencia hacia una futura mejor calidad de vida

6 Ser más agradecido y menos pesimista

El pesimismo sólo trae cosas negativas, mala energía. En cambio el ser agradecido y positivo redunda en una mejor salud mental y física. Lo bueno dirige la energía hacia cosas positivas y se atrae aquello que es mejor para uno.

La doctora quiropráctica española Roser de Tienda explica sobre esto:

Del mismo modo que pensar negativamente tiene un efecto opuesto en tu salud, porque los pensamientos pesimistas te debilitan y dificultan la recuperación cuando hay una enfermedad, por ejemplo. Por eso es tan importante ver las cosas desde una perspectiva más positiva.

7 Desconectarse de la tecnología

En esta era de conexiones tecnológicas en donde todo el tiempo estamos todos comunicados, cada vez hay menos comunicación con los que están alrededor. Suele suceder que en reuniones, al hacer un paneo general de todos los presentes, la mayoría están con su mirada hacia abajo enfocada en la pantalla de su teléfono móvil. Es así que si bien están presentes en cuerpo, no así en mente. Para comenzar un nuevo año con una nueva energía, un buen propósito es intentar comenzar a desconectarse un poco de la tecnología y conectarse más con lo natural, con lo verde y con las personas de carne y hueso que están al lado.

Tips para no fracasar en el logro de las metas de Año Nuevo

El psicólogo Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, explica que el fracaso accidental es la causa principal del abandono de las metas:

Si después de empezar una dieta tienen un día en que atacan la lata de galletas, muchos tienden a pensar 'ya está, fracasé' y se rinden. Pero la clave es combatir ese fatalismo con persistencia.

Ser consecuente, perseverante es fundamental para lograr los propósitos planteados y en este sentido la psicóloga Dr. Susan Ablers aconseja proponerse objetivos que tengan un significado más profundo que la meta en sí misma:

No te pongas únicamente metas realistas y alcanzables, sino metas que además tengan un significado importante.

Encuentra una razón más profunda que te permita lograr tus objetivos.

Por ejemplo, si la meta es dejar de fumar, que el trasfondo sea hacerlo para cuidar a aquellos seres que amas que son fumadores pasivos y no sólo porque es costoso o huele mal.