Síndrome de la alimentación selectiva

El síndrome del comedor selectivo es una neofobia alimentaria (miedo a comer determinados alimentos) que se caracteriza por la ingesta exclusiva de un máximo de entre 5 y 10 tipos de alimentos durante un tiempo prolongado, lo que trae como consecuencia deficiencias nutricionales.

Niño que no quiere comer

El síndrome de la alimentación selectiva o síndrome del comedor selectivo (selective eating disorder, SED por sus siglas en inglés), es un trastorno alimentario que se caracteriza por la ingesta exclusiva de entre 5 y 10 tipos de alimentos, conjuntamente con la negación por probar otros nuevos. Esta conducta se prolonga en el tiempo y si bien puede ser similar a la ortorexia (trastorno que se caracteriza por la ingesta exclusiva de alimentos sanos y orgánicos), la diferencia es que la selección no se basa en la calidad de la comida, sino en algunos casos en la textura y en otros el color o la forma.

Al hablar de este síndrome, se hace referencia a una neofobia alimentaria, una conducta frecuente en los niños de entre 2 y 6 años que se manifiesta en el rechazo a probar alimentos nuevos y que, en general, desaparece con la edad.

Edurne Maíz, diplomada en nutrición humana y dietética por la Universidad de Navarra, España señala:

Lo que es importante tener en cuenta es que la neofobia alimentaria puede llegar a ser un problema cuando en esta etapa, en la que es habitual, no se gestiona bien.

Según la Revista Británica de Psicología Infantil Clínica y Psiquiatría se trata de:

Un fenómeno muy poco estudiado que puede resultar en aislamiento social, ansiedad y conflictos.

Causas

El psicoterapeuta Toni Grau, responsable del área de Gestión del Conocimiento e Investigación en el Institut de Trastorns Alimentaris (ITA), España, explica que el síndrome de comedor selectivo es multicausal:

  • Dificultades en el vínculo del bebé o el niño con su cuidador

    Los bebés, al no poder expresarse con palabras, utilizan otras formas de comunicación (agitan los brazos, lloran, gritan, tiran o escupen la comida…). Estas conductas resultan estresantes para los cuidadores, que para evitar estos comportamientos optan por preparar y dar solo aquellos alimentos menos problemáticos. Con esta actitud se pierde la iniciativa de introducir nuevos alimentos y se perpetúa el círculo de que el niño no quiera comer otra cosa que no sea lo conocido.

  • Estrés

    Las dificultades en la introducción de alimentos en la niñez, pueden ser según Grau consecuencia del estrés que le produce al cuidador su conducta ante la comida, lo que en consecuencia genera un problema de confianza:

    …siendo un factor más para que se produzca el rechazo del bebé ante cualquier alimento o cosa que le ofrezca el cuidador. Volviendo así al círculo vicioso del que hablábamos anteriormente.

Perfil del comedor selectivo

  • Es un trastorno más común en niños varones, aunque también se están realizando estudios en la población adolescente.
  • Tienen una personalidad anti social, rasgos obsesivos compulsivos, problemas de ansiedad y de adaptación.

Consecuencias

Las principales consecuencias negativas de este trastorno alimenticio, son las carencias nutricionales que resultan de una dieta deficitaria de determinados nutrientes.

En segundo lugar, está el aislamiento, ya que este tipo de personalidades y su entorno, evitan aquellas instancias en las que esta conducta pueda verse cuestionada o no pueda desarrollarse con tranquilidad. Es así que dejan de asistir a cumpleaños, reuniones, campamentos, etc., perdiéndose así espacios de socialización tremendamente importantes para el crecimiento y desarrollo de un niño o adolescente.

Este rechazo por la comida dificulta el adecuado proceso de socialización con el mundo y las personas que rodean al niño.

Toni Grau

El psicoterapeuta Grau explica:

La carencia de estos nutrientes puede cursar con problemas de crecimiento, letargo y dificultades de concentración. En este sentido, se ha constatado una disminución de entre 13 y 15 puntos en el coeficiente intelectual de los comedores selectivos.

Niño que comió sólo tomate durante 12 años

Liam Pierce es un adolescente británico que pasó 12 de sus 14 años de vida comiendo sólo tomate y productos que lo contuvieran como pizzas y salsa kétchup. Y explica la fobia que le causaba pensar en ingerir algún alimento diferente al tomate:

Mi sensación a la hora de pensar en comer otros alimentos era la misma que una persona con aracnofobia al ver una araña. Era como salir de mi zona de confort.

El SED significa que no tienes más de 15 sabores (registrados)[sic].

Tratamiento

La psiquiatra y psicoanalista Aurora Polto, coordinadora del equipo de trastornos alimentarios de la clínica psiquiátrica del Hospital de Clínicas, dice que el abordaje terapéutico de este tipo de trastornos debe ser realizado por un equipo interdisciplinario:

Son pacientes complejos, que requieren tratamientos complejos. Por eso, a nuestro criterio, es necesario abordarlos a través de un equipo terapéutico.

Lo ideal es que el tratamiento incluya ayuda psicológica y nutricional conjunta. La terapia de exposición, que consiste en la exposición gradual y controlada del paciente al objeto que le produce ansiedad (alimentos, en este caso), en general suele ser exitosa.