Fascitis plantar

Inflamación en la planta del pie que produce un dolor muy intenso en la zona del talón

Fascitis plantar

Es la inflamación de la membrana (tejido grueso) que recubre los músculos de la planta del pie que produce un dolor muy intenso en la parte inferior del talón, donde se origina.

La fascia plantar es una faja de tejido de gran grosor que conecta el talón con los dedos del pie y forma el arco. Cuando esta se utiliza demasiado o se estira, puede inflamarse provocando dolor y dificultando el caminar.

La fascitis plantar afecta fundamentalmente a los hombres en actividad de entre 40 y 70 años. Es una lesión bastante frecuente entre los deportistas.

Factores de riesgo

Hay algunos factores que incrementan el riesgo de que la fascia plantar se inflame, entre ellas:

  • Obesidad
  • Incremento repentino del peso
  • Problemas en el arco del pie (pie plano o planta del pie arqueada)
  • Variaciones anatómicas en los pies
  • Sobrecarga en los pies
  • Tendón de Aquiles corto
  • Tibias curvadas
  • Uso de calzado inadecuado (con la suela muy rígida, blanda o desgastada excesivamente en la zona del talón)

Síntomas

  • Dolor agudo (como el pinchazo de un alfiler) en la parte inferior del talón que cede durante el día y al finalizar puede transformarse en sordo y mejorar con el reposo

Diagnóstico

Para realizar el diagnóstico de fascitis plantar, es suficiente con la examinación médica, en la que se constata si hay enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad en la zona inferior del talón. La realización de radiografía sólo será precisa para ver la posible presencia de espolón calcáneo o si el diagnóstico no está del todo claro sólo con el examen físico.

Tratamiento

En un principio el tratamiento consta de:

  • Fármacos antiinflamatorios
  • Ejercicios para estirar el talón

Para mejorar los síntomas de la fascitis plantar

  • Reposar lo más posible por lo menos durante una semana
  • Colocar hielo en la zona dolorida dos veces al día durante unos 10 o 15 minutos
  • Tomar paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor y la inflamación
  • Utilizar férulas durante la noche para estirar la fascia afectada y ayudarla a sanar
  • Utilizar un calzado adecuado que se ajuste bien al pie
  • Las personas que realizan deporte deberán practicarlo usando una talonera o dispositivo ortopédico

Si estas medidas no funcionan, se puede optar por:

  • Colocar una férula de yeso en el pie lesionado, durante unas 6 semanas. Esto suele ser muy efectivo tanto para disminuir el dolor como la inflamación
  • Una bota de yeso que se use permanentemente, pero que pueda sacarse para tomar un baño
  • Hay médicos que indican inyecciones de esteroides las que proporcionan alivio a muchos pacientes. Sin embargo, son sumamente dolorosas y no todos las toleran
  • En pocos casos el tratamiento no quirúrgico no funciona y se hace necesaria una intervención para mejorar la fascia inflamada

Complicaciones

  • Rompimiento de la fascia plantar
  • Lesión nerviosa
  • No mejora del dolor
  • Infección

Pronóstico

La mayoría de las personas afectadas con mejoran luego de un año de tratamiento, sin mayores complicaciones a largo plazo. En los casos de aquellos que requieren intervención quirúrgica, con ella desaparece el dolor.

Prevención

La mejor manera de prevenirla es calentar y estirar los músculos antes y después de hacer ejercicio así como mantener la flexibilidad del tobillo, especialmente en los músculos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles.