Personalidad y carácter

Personalidad

Muchas de las reseñas que hacen mención a la definición de personalidad, se centran en el conjunto de cualidades psicológicas que conforman a la persona. Heredadas y adquiridas pero, sobre todo, únicas, que sientan las bases de las diferencias entre los seres humanos.

Sucesos y experiencias de vida que se construyen sobre la base del carácter

La personalidad y el carácter, en síntesis, hacen referencia a cómo se relacionan los seres humanos con su entorno, cómo interactúan en sociedad y cómo se rigen por las leyes tácitas que regulan la convivencia social en base a la cultura y el arraigo.

La personalidad es el resultado de los factores externos a los que se sometió el individuo durante su desarrollo. Eminentemente psicológico el término personalidad encierra en sí mismo una acepción de unidad. Una personalidad única, para una persona única que resuelve sus problemas dentro de su ámbito social con una respuesta… también única.

Carácter, soporte indivisible de la personalidad

También conocido como temperamento, es un aspecto inmodificable que parte de la simbiosis entre el sistema neurológico y el psíquico, que en base a los diferentes estados y estímulos recibidos, provocan reacciones bioquímicas que ejercen una acción constante sobre el sistema nervioso y produce reacciones emocionales y respuestas diversas frente a los estímulos.

El carácter está relacionado con el estado físico, presión arterial, tono muscular, frecuencia cardiaca, rapidez de respuesta frente la volición, etc... En el carácter interviene tanto la genética y las hormonas como los factores externos y los hábitos de vida.

Este tipo de cualidades no se modifican pero se pueden regular o encauzar según sean las necesidades, el carácter en sí mismo, es uno de los factores con mejor respuesta al trabajo interno que existe.

Evolución del carácter clave en la personalidad

Conviene recordar que las personas no nacemos con un carácter definido, ésta se va desarrollando a la vez que nos desarrollamos como individuos y depende de la relación social y las condiciones en las que vive el individuo que se obtenga un resultado u otro.

El medio cambia a las personas

Esto significa que las diferentes situaciones a las que nos vamos enfrentando son detonantes del carácter que se va formando y, lo que es más importante, modificando con el paso del tiempo, las experiencias acumuladas y los aprendizajes obtenidos.

El carácter de un niño se moldea desde el primer momento por la familia directa con la que convive, es su primer contacto con la sociedad y al adaptarse a su entorno familiar va adquiriendo un carácter que adoptará a las diferentes situaciones a las que deba enfrentarse y las diferentes acciones que deba ejecutar.

Conclusiones

La personalidad se forma bajo el prisma del carácter que es absolutamente cambiable y modificable, el individuo se enfrenta de forma constante a situaciones contrarias a su naturaleza y su respuesta, la forma en la que regula y equilibra su interacción ante esas situaciones consideradas hostiles es lo que va formando el carácter.

Conviene tener presente que el ser humano es un ser racional y es precisamente esa característica la que nos diferencia del resto de los animales, de igual forma que podemos cambiar nuestros hábitos alimenticios en la búsqueda del bienestar o el peso ideal y podemos cambiar nuestras costumbres financieras en la búsqueda del ahorro, podemos cambiar nuestra respuesta ante los estímulos sin ir en contra de nuestra naturaleza, únicamente buscando la armonía y el equilibrio, claves en la libertad de las personas.

Si somos capaces de ejecutar esos procesos de adaptación y modelaje de nuestro carácter, estaremos no solo fortaleciendo nuestra personalidad, sino también, llevando a cabo un proceso de evolución y crecimiento personal.