Enfermedades dermatológicas (Parte I)

Rosácea, Tiña, Onicomicosis, Intértrigo y Alopecia Areata son algunos ejemplos de enfermedades que afectan nuestra piel

piel humana
Vista microscópica de la piel humana

Rosácea

Pápulas eritematosas o pustulosas localizadas en la cara (mejillas, nariz, frente y barbilla). Es una patología que afecta las glándulas sebáceas, y se da más frecuentemente en mujeres de entre 35 y 40 años de edad.
Se caracteriza por enrojecimiento facial tras las comidas, al exponerse al sol o en situaciones de estrés.
Es importante realizar el diagnóstico diferencial con el acné, que como sabemos afecta más a los jóvenes, con presencia de comedones y puede localizarse en espalda y tórax.

Tratamiento

  • Metronidazol tópico y oral
  • Eritromicina o clindamicina tópica
  • Tetraciclinas orales

Complicaciones

  • Alteraciones oculares como blefaritis, conjuntivitis y queratitis
  • Linfedema crónico en la cara
  • Rinofima
  • Trastornos gástricos

Tiña Corporis

Micosis por hongos dermatofitos que afecta las zonas sin pelo del cuerpo. Se trata de lesiones redondeadas, eritematosas y algo descamativas. Sus bordes son más marcados. Pueden aparecer pequeñas pústulas. La placa crece de forma centrífuga (desde el centro a la periferia).
Existe una variante de esta enfermedad llamada tiña cruris que afecta solamente a las ingles. Su contagio generalmente ocurre en piscinas y gimnasios, siendo más frecuente en el sexo masculino.

Tratamiento tópico

  • Antifúngicos imidazólicos: clotrimazol, flutrimazol, ketoconazol, miconazol…

Tratamiento oral

  • Itraconazol
  • Ketoconazol

Tiña Pedis

Micosis común. Afecta a gran parte de la población mundial. Su contagio es más frecuente en piscinas y gimnasios, al poner el pie en contacto con superficies contaminadas. Aparecen lesiones interdigitales (entre los dedos) características, como pequeñas grietas, ligera descamación, eritema, prurito y dolor. También son características las lesiones plantares tales como eritema, descamación y posibles vesículas.

Tratamiento

  • Antifúngicos en crema: clotrimazol, flutrimazol, ketoconazol, miconazol
  • Antifúngicos en polvo para la protección del zapato
  • Antifúngicos orales en casos extensos

Onicomicosis

Infección crónica de las uñas de las manos y los pies, causada por hongos dermatofitos como T. rubrum, T. mentagrophites, T. violaceum, o por cándida.
Evolución progresiva: mancha amarillenta o blanquecina en el borde de la uña seguida de descamación en el lecho ungueal que progresa lentamente hasta alcanzar la raíz de la uña. Por último habrá dolor, eritema periungueal, deformación de la uña y destrucción de esta.

Tratamiento

  • Antifúngicos imidazólicos via oral
  • Amorolfina tópica cada 48-72 horas
  • Imidazólicos tópicos
  • Avulsión de la uña, en casos muy avanzados

Intertrigo

Micosis de los pliegues, causada por cándida. Pueden verse afectados pequeños pliegues como los espacios interdigitales, principalmente en personas que mantienen las manos húmedas durante mucho tiempo, como los camareros que se lavan las manos continuamente.
Aparece una grieta central dolorosa, una placa eritematosa erosiva secretante que se extiende por las superficies laterales. Presentan sensación de ardor pudiendo llegar al dolor.
Se ve favorecida por la obesidad, la práctica de deporte y la diabetes.

Tratamiento

  • Soluciones antisépticas y astringentes
  • Antifúngicos: ketoconazol, clotrimazol, miconazol, flutrimazol

Alopecia Areata

Caída del pelo localizada y bien delimitada. Al principio presenta dimensiones reducidas pero puede llegar incluso a la pérdida total del pelo. La piel de la lesión es lisa y brillante.
Se desencadena por el estrés, trastornos emocionales, infección dentaria o de amigdalas, trastornos del tiroides e incluso problemas visuales no bien corregidos.

Tratamiento

  • Corticoides suaves: prednicarbato, mometasona
  • Tratamiento de enfermedades de base
  • Psicoterapia
  • Corticoides orales solo en pocos casos

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