Rodilla de corredor

Es la causa más frecuente de dolor de rodilla

Rodilla de corredor

La rodilla de corredor o síndrome de dolor patelofemoral (SDPF), es el dolor más frecuente en la rodilla en la medicina ambulatoria. Afecta a entre un 16 y 25% de los corredores y constituye el 12% de las consultas ambulatorias.

La causa más común, es la existencia de un desequilibrio entre las fuerzas que controlan la tracción patelar en la flexión y extensión de la rodilla y en la sobrecarga de la articulación.

Si esta afección no recibe tratamiento puede causar daño en el cartílago de la rodilla y favorecer la aparición de artritis.

Factores de riesgo

  • Exceso de uso o sobrecarga: La flexión persistente de la rodilla, puede irritar los nervios de alrededor de la rótula y distender los tendones, causando dolor
  • Traumatismo: Golpearse las rodillas o caerse sobre ellas, puede hacer que se disloque o desplace fuera de lugar la rótula, llevando a que se deslice incorrectamente por el surco femoral
  • Problemas del pie: Este problema puede llevar a que los músculos y tendones de la pierna se estiren más de lo debido, causando dolor en la rodilla
  • Desalineación de la rótula: Si la rótula no está bien alineada, algunas actividades como andar en bicicleta o correr pueden provocar un desgaste en el cartílago de la rótula y causar dolor e irritación en el hueso y el cartílago articular
  • Disfunción muscular (falta de fuerza en cuádriceps)
  • Debilidad o contracturas en los músculos de las piernas: Las pantorrillas o los músculos isquiotibiales contracturados, pueden ejercer una presión excesiva sobre la rodilla al correr y si los cuadriceps son débiles pueden producir una desalineación de la rótula
  • Estructuras laterales poco flexibles
  • Hipermovilidad patelar
  • Errores de entrenamiento
  • Anomalías anatómicas
  • Malalineación y biomecánica alterada de la extremidad inferior
  • Cirugía

Síntomas

  • Dolor o sensibilidad por delante o alrededor de la rótula, en general hacia el centro o parte posterior de la rodilla, que se incrementa con el uso, especialmente al correr, arrodillarse o realizar actividades que incluyen la flexión de la rodilla
  • El dolor en la rodilla también puede aparecer cuando se pasa mucho tiempo sentado con las rodillas fexionadas
  • Hay casos en que puede sentirse un chasquido de la rodilla al estirarla o flexionarla

Cómo prevenir la rodilla de corredor:

  • Es fundamental calentar y estirar los músculos antes y después de correr o realizar alguna actividad que implique el uso intenso de la rodilla
  • Mantener los músculos de las piernas fuertes y flexibles ayuda a evitar el dolor, al proporcionar un buen soporte para las rodillas
  • Utilizar el calzado deportivo adecuado: El uso de un calzado adecuado para correr es fundamental, hay que invertir en él porque es una inversión en salud. Tienen que tener buen soporte y remplazarse una vez que se deformen o gasten
  • Correr sobre superficies planas y suaves: Cuando hay dolor de rodilla es recomendable correr sobre el pasto, tierra o una pista sintética que tenga una superficie suave, ya que las superficies como el cemento o asfalto son duras y generan un tensión extra en las rodillas. Esto también aplica para el tipo de superficie, lo mejor es que sean planas, sin pendientes, porque tanto bajarlas como subirlas exigen las rodillas. En tal caso se recomienda hacerlo caminando, sin correr
  • Incrementar de manera gradual y progresiva la intensidad de los ejercicios: Por ejemplo la distancia, la velocidad, etc
  • Usar rodillera al hacer ejercicio

Tratamiento

  • No hacer ninguna actividad que implique esfuerzo para la rodilla (correr, esquiar, andar en bicicleta, etc.) hasta que el dolor no desaparezca
  • descansar, aplicar hielo en la zona para disminuir la inflamación, usar una venda elástica o rodillera para dar compresión a la rodilla, en reposo mantener la pierna levantada con la rodilla por arriba del nivel del corazón
  • Antiinflamatorios: El ibuprofeno u otro tipo de analgésico ayuda a aliviar el dolor y bajar la inflamación
  • Una vez que se vaya el dolor, consultar para que el médico indique ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento para la rodilla
  • En raros casos y como último recurso puede ser necesaria la cirugía y puede ser de dos tipos:
    • Artroscopía: El cirujano, mediante una pequeña incisión quita los fragmentos dañados de la rótula
    • Realineamiento: Se abre la rodilla y se realinea manualmente la rótula, lo que reduce la presión sobre el cartílago y demás estructuras de apoyo