Desórdenes eosinofílicos: Segunda parte

Fascitis eosinofílica, Síndrome de Churg-Strauss y Síndrome hipereosinofílico.

Desórdenes eosinofílicos

Continuando con la segunda parte de los Desórdenes eosinofílicos: Fascitis eosinofílica, Síndrome de Churg-Strauss y Síndrome hipereosinofílico.

Fascitis eosinofílica

Se trata de un síndrome poco común en el que la fascia (tejido muscular bajo la piel) se inflama y engrosa. Dicha inflamación puede afectar manos, brazos, piernas y pies. La enfermedad es parecida a la esclerodermia.

La cusa de la inflamación es la acumulación de eosinófilos en la fascia y los músculos involucrados.

Si bien el síndrome puede ocurrir en personas de todas las edades, es más frecuente en personas de entre 30 y 60 años.

Síntomas

  • Sensibilidad e inflamación en brazos y piernas
  • Sensibilidad o dolor óseo
  • Debilidad muscular
  • Engrosamiento de la piel y apariencia rugosa
  • Síndrome del túnel carpiano
    • Dolor y/o debilidad en una o las dos manos
    • Entumecimiento u hormigueo en una o las dos manos

    Tratamiento

    El tratamiento con medicamentos inmunodepresores y corticosteroides mejora los síntomas, sobre todo cuando se realiza al inicio de la enfermedad. Los antiinflamatorios no esteroides pueden ayudar también a aliviar los síntomas.

    Cuando ocurren enfermedades de la sangre, son tratadas con base a su tipo.

    Pronóstico

    En, general, la afección desaparece en unos 3 o 5 años. Pero los síntomas pueden reaparecer o persistir. El desenlace clínico es más desfavorable cuando se presentan enfermedades en la sangre.

    Complicaciones

    • Trastornos sanguíneos graves
    • Cánceres asociados con la sangre como leucemia o anemia aplásica
    • Artritis (poco común)

    Síndrome de Churg-Strauss

    Se trata de un tipo de vasculitis que se caracteriza por la inflamación de las vasos sanguíneos. La misma afecta frecuentemente a la piel, los pulmones, el estómago y los nervios. El signo más común del síndrome de Churg - Strauss es el asma.

    Síntomas

    Los síntomas pueden abarcar problemas pulmonares, eccemas, fiebre del heno, dolores estomacales, adormecimiento de manos y pies.

    Síntomas de la etapa alérgica:

    • Picazón, secreciones y taponamiento nasal
    • Presión en los senos y dolor asociado con pólipos nasales
    • Tos, silbancia, disenea

    Síntomas de la etapa hipereosinofilia:

    • Sudoración nocturna
    • Pérdida de peso
    • Dolor abdominal
    • Sudoración nocturna
    • Tos
    • Sangrado gastrointestinal
    • Fatiga

    Etapa de vasculitis sistémica (inflamación grave de los vasos sanguíneos en múltiples partes del cuerpo):

    • Piel
    • Nervios
    • Huesos
    • Corazón
    • Músculos
    • Aparato gastrointestinal

    Otros síntomas pueden abarcar:

    • Pérdida de peso
    • Dolor articular
    • Entumecimeinto
    • Dolor abdominal
    • Dolor torácico
    • Fatiga
    • Eccemas
    • Cosquilleo en manos y pies
    • Tos
    • Disnea

    Tratamiento

    El Síndrome de Churg-Strauss es una grave enfermedad que puede tener un desenlace fatal sin tratamiento. Con tratamiento que, en general, abarca esteroides y medicamentos inmunodepresores, puede controlarse y es posible la completa remisión.

    Síndrome Hipereosinofílico

    Se trata de un raro grupo de trastornos de la sangre, producido cuando ésta tiene una elevada cantidad de eosinófilos.

    Lo normal es que las personas tengan menos de 500 eosinófilos/microlitro en la sangre y quienes presentan el síndrome más de 1500 por 6 meses o más tiempo.

    Los eosinófilos causan inflamación y en algunos casos disfunción orgánica. Los órganos que suelen verse afectados son: Pulmones, piel, corazón y sistema nervioso.

    Síntomas

    • Mareos
    • Tos
    • Fatiga
    • Irritación bucal
    • Eccema cutáneo
    • Pérdida de memoria y confusión
    • Disnea
    • Fiebre

    Tratamiento

    El tratamiento tiene como principal objetivo, reducir los niveles de eosinófilos en sangre y tejidos, evitando así que se produzca daño en los tejidos, sobre todo en el corazón.

    El tratamiento estándar incluye medicamentos glucocorticoesteroides y agentes quimioterapéuticos. Puede incluir también inyecciones de interferon-alfa.

    El desenlace clínico depende del daño al órgano. Los casos graves pueden tener un desenlace fatal.