Moquillo en perros

El moquillo canino puede ser letal y la vacunación es la única medida de prevención.

Moquillo canino

El moquillo canino es una de las enfermedades más comunes en perros. Se trata de una viral muy frecuente, causada por el virus perteneciente a la familia paramyxovirus. Afecta el aparato respiratorio, digestivo y el sistema nervioso. Es muy contagiosa y puede ser muy grave en cachorros que no han sido vacunados.

La transmisión se da por contacto directo con animales infectados, a través de las secreciones nasales y lacrimales.

Síntomas

Los síntomas del moquillo en perros suelen ser varios y confundir un poco el diagnóstico. Pueden tardar hasta 3 semanas en aparecer. Entre los síntomas más frecuentes están:

  • Tos.
  • Mocos en la nariz pero también pueden aparecer en los ojos como lagañas o descargas oculares.
  • Estornudos.
  • Dificultades para respirar y flemas en los pulmones.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Heces con sangre.
  • Somnolencia y fatiga.
  • Fiebre.
  • Pérdida de apetito.
  • Dermatitis (en algunos casos).
  • Almohadillas de las patas secas, duras y con grietas.

Si el moquillo no es tratado a tiempo puede afectar el sistema nervioso central del perro y en casos avanzados aparecer tics nerviosos (pueden manifestarse en alguna de las patas o en la cabeza), parálisis parciales o fallas motoras por convulsiones.

Tratamiento

Debido a que el moquillo en perros es una enfermedad viral, no existen medicamentos para curarla. Lo que se hace es paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida del animal administrando diversos fármacos que mejoren los síntomas.

Dentro de las acciones a implementar se encuentran:

  • Expectorantes para eliminar las flemas.
  • Analgésicos para disminuir el dolor.
  • Suero endovenoso antipiréticos, inmunoestimulantes.
  • Fármacos para el tiramiento de los síntomas digestivos.
  • Medicación para las convulsiones.
  • Vitaminas B para tratar los tics nerviosos.
  • Ofrecerle agua y alimentos al perro siempre que los acepte.

El perro infectado debe mantenerse aislado del contacto con otros perros. El pronóstico lamentablemente no siempre es favorable. Por ello, lo mejor es la prevención a través de la vacunación según el cronograma como ocurre con otras enfermedades de los perros.