Últimos esfuerzos científicos contra las bacterias

Nuevas investigaciones están a punto de dar a luz fármacos para combatir infecciones de todo tipo.

Bacterias
flickr.com

Científicos de todo el mundo combaten a diario bacterias de todo tipo. Aunque algunas son fáciles de vencer y no suponen mayor problema que un par de horas de malestar. Sin embargo, no son pocas las que han logrado evolucionar, transformándose continuamente y adaptándose al entorno, superando de esta forma, en algunos casos, a los antibióticos.

Es el caso de un viejo conocido por los enfermos y médicos de todo el mundo: El Staphylococcus aureus. Se propaga gracias a lugares donde hay numerosos infectados, puede ser en escenarios de catástrofes naturales o humanitarias del estilo del reciente terremoto de Haití o el sitio de un atentado terrorista con numerosos heridos. Apenas a finales de la década de los 40, los adelantos médicos obtenidos a través de la experimentación en los campos de batalla de la II Guerra Mundial, hicieron que los médicos empezaran a utilizar la penicilina para combatir el Staphylococcus aureus, esta bacteria supo sin embargo, adaptarse perfectamente para sobrevivir al tratamiento y siguió propagándose.

La industria farmacéutica privada ha ido presentando nuevas fórmulas para suprimir lo máximo posible los efectos bactericidas. Algunos de ellos ya están siendo comercializados y otros, han pasado a procesos experimentales y su llegada a las farmacias de todo el mundo puede considerarse inminente.

Los expertos de la Universidad Estatal McNeese de Estados Unidos, han observado a los caimanes en su entorno natural y en la actualidad buscan algún componente en su sangre que sea el responsable de la alta resistencia de este animal para vivir en entornos muy sucios y con abundante comida en mal estado, a veces incluso putrefacta, sin que esto afecte a su sistema orgánico ni inmunitario.

Algo que la gente en las calles desconoce cuando ve un bonito recipiente de arcilla, es que de él se pueden también obtener, a veces, medicamentos. Los investigadores de la Universidad de Arizona ya están analizando varios tipos de arcilla para aplicar sus posibles efectos curativos en la medicina para combatir virus y bacterias.

Quizás en unos años los pacientes se sorprendan al ver el color verde en las vendas en lugar del tradicional blanco. Probablemente, no pase mucho tiempo, ya que un componente bioquímico mezclado con láser, consigue eliminar las infecciones bacteriológicas.

Incluso aquellas bacterias que son capaces de desarrollar muros defensivos para protegerse, tendrán serios problemas de supervivencia, ya que en la Universidad de Boston están experimentando con virus que se alimenta de bacterias para combatirlas.

Pese a que la mayor parte de las inversiones se destinan a la lucha contra enfermedades como el cáncer, los científicos no dejan de trabajar para conseguir tratamientos cada vez más suaves y de corta duración y solucionar así los problemas que puedan ir surgiendo de infecciones durante los tratamientos terapéuticos hospitalarios.